Acusan al hijo del famoso torero de saltarse las normas a la ídem en megafiestas

Desafortunadamente no es el primero que se salta las normas sanitarias para frenar la pandemia organizando fiestas masivas para escapar del control de las autoridades. Ni siquiera es el primer famoso pillado in fraganti en este tipo de fregados.

El caso es que Jacobo Ostos ha sido el último en sumarse a esta lamentable lista. El programa de Ana Rosa mostró este viernes en exclusiva las fiestas ilegales en Madrid, en casa de un conocido de la televisión, el extorero Jaime Ostos en Villaviciosa de Odón.

Se ha descubierto y denunciado que su hijo Jacobo celebra desde hace más de dos meses fiestas en su casa.

De hecho, han trascendido muchos detalles sobre las fiestas en el chalé del torero, que se han celebrado hasta tres o cuatro veces a la semana. 

Los asistentes pagaban unos mil euros por una mesa de seis personas para estar en el sótano de la vivienda, aunque para las chicas había un precio reducido y el horario era de 12 de la noche a seis de la mañana.

Las fiestas se promocionaban solo en un grupo selecto de gente y sin escatimar en lujos, lo que le habría estado dando beneficios de miles de euros a Jacobo.

La reportera Marta Riesco detalló que allí no había mascarillas ni distancia de seguridad ni ninguna de las medidas necesarias para luchar contra el coronavirus en estos eventos ilegales sin licencia.

A todo esto, la periodista asegura que la madre de Jacobo, que es médico, Mari Ángeles Grajal, se encontraba dentro de la vivienda mientras se celebraban las fiestas, además de su padre, que padeció coronavirus y estuvo bastante enfermo.

La mayoría de la gente llegaba a partir de las doce de la noche, fuera del horario de toque de queda impuesto, y en las invitaciones aparecía "ubicación secreta" para que no se descubriera el lugar.

Claro que los vecinos, molestos por el ruido y la aglomeración de personas llamaron a la Guardia Civil, aunque no lograron que Jacobo saliera. 

Según el programa, a pesar de las muestras de la celebración de fiesta ilegal, los agentes no pudieron probar la celebración de la fiesta ilegal y no pudieron entrar para ver qué ocurría en el interior. A tres de los asistentes no les dio tiempo entrar en la casa y fueron sorprendidos por los agentes que les multaron por haber quebrantado el toque de queda, pero continúan negando que se esté celebrando ningún tipo de fiesta y aseguran que solo "se están quedando ahí a dormir".

La que lo niega también rotundamente es Mari Ángeles Grajal, la madre de Jacobo, que asegura que es "falso todo": "¡Qué no es verdad, por favor, no es verdad!", clamó indignada.