| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Qué hacer si mi coche no arranca

La edad media de los automóviles que pueblan nuestras carreteras es excesiva, y eso supone un número de averías mayor y muchos conductores que se enfrentan a la imposiblidad de arrancarlos.

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Te acabas de subir en tu vehículo, accionas la llave para ponerlo en marcha y... no arranca. Esta situación, por raro que te parezca con los enormes avances de la tecnología en el sector de la automoción, es más común de lo que se cree en nuestro país, ya que tenemos un parque automovilístico muy envejecido, con una media de más de 11 años de los coches que lo pueblan. Además las inclemencias del invierno aumentan el impacto de las averías.

El motor de un coche cuenta con seis apartados fundamentales para funcionar, y si cualquiera de ellos falla, no arrancará, como nos recuerdan los expertos de Automovil Magazine. Ahora bien, ¿cuáles son esos posibles fallos? Y sobre todo, ¿qué puedes hacer para eviatrlos, subsanarlos y que el coche arranque? Hoy damos las claves para poner en marcha el vehículo ante tal disyuntiva.

Revisar los líquidos evita el problema del arranque
Los dos primeros elementos a mencionar que necesita un vehículo para iniciar la marcha son: el aceite y el agua. El primero de ellos es el más esencial, pues sin él las piezas se atascarían y dejaría de funcionar de forma correcta al no estar adecuadamente engrasadas.

Por otra parte, el agua es fundamental para refrigerar el motor. Ante los esfuerzos mecánicos a los que se somete el motor se calienta y si no se enfriará adecuadamente el exceso de temperatura conllevaría un problema grave, pues puede llegar a fundirse provocando lo que en el argot mecánico se conoce como gripaje. La función del agua es refrigerar todo el mecanismo y que no sufra más de lo normal.

No obstante, el agua se suele sustituir por un líquido del que hay que hablar estos días. Se trata del líquido anticongelante, el cual mantiene al motor en el mejor estado ante bajas temperaturas. Por tanto, es esencial revisar y rellenar los depósitos de estos líquidos, pues puede que sean la razón de que el coche no arranque.
Comprueba el nivel de combustible y la electricidad

El problema más habitual entre los conductores a la hora de no poder arrancar su vehículo es encontrarlo con la batería a cero. El consumo eléctrico de los coches puede ser muy alto si se llevan muchos dispositivos activos a la vez, como la calefacción, la radio, las luces y la toma de corriente como cargador, así que hay que vigilar el estado de este elemento. También se deben evitar despistes como dejarse las luces encendidas con el coche aparcado, ya que esto puede agotar la energía eléctrica. Para que el coche arranque tras este problema, la única solución es recargar la batería.

Por otra parte, y aunque resulte excesivamente obvio, el combustible es como la sangre del coche. Si falta, no se puede considerar ni siquiera un vehículo. Para poder arrancar el coche hace falta llenar el depósito, al menos hasta un punto justo para comenzar la marcha, y es más habitual de lo que pensamos que un usuario no vigile este principio tan básico.

Los filtros, la dirección y los frenos

Otra razón posible y bastante generalizada por la que un coche no arranque son los filtros, tanto los de aire como los de gasolina. Los filtros dañados resultan muy nocivos, ya que derivan en una mala preparación de la mezcla del combustible y que no se pueda iniciar la marcha.

Hay otros escenarios en los que un coche podrá arrancar pero no moverse, por ejemplo si el sistema de dirección falla. Las piezas que se encargan de la orientación de la marcha del coche también son fundamentales, pues de nada sirve que se arranque si no puede moverse del sitio en el que se encuentra estacionado. Este sistema es sensible a posibles golpes con bordillos, badenes o baches, y debemos vigilar en todo momento su correcto funcionamiento. Los frenos sería el último elemento fundamental, ya que un vehículo que no podamos detener es un completo peligro. Debemos vigilar el estado de las pastillas de freno, los discos así como el nivel del líquido de frenos de manera regular.