| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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El Botánico café, un canto neoclásico

Tras casi tres décadas de andadura gastronómica este acogedor comedor que goza de una de las mejores localizaciones de la capital renueva su propuesta con la llegada de una nueva generación.

| Borja Fadón Gastronomía

Fundado en 1988 por la familia González Huete en el epicentro del Madrid neoclásico, entre el Museo Nacional del Prado y el Real Jardín Botánico, en pleno barrio de los Jerónimos y a cien metros del retiro, El Botánico ha buscado siempre ser una referencia hostelera mediante una especial combinación de sus factores externos e internos, así que el sentimiento de pertenencia a un proyecto singular es la norma entre los que conforman su equipo humano. Este lo dirige ahora Cristina, una nueva generación de la saga familiar que tras formarse en derecho y hostelería ha tomado las riendas del negocio familiar para darle un nuevo impulso.

En estos 30 años la industria hostelera ha sido fiel reflejo de los cambios que sufre la sociedad, que en este tiempo la han convertido en una más compleja y acelerada, cambiando así por completo las exigencias de los comensales, y es por eso que encontrar propuestas donde se toman el tiempo de analizar y ajustarse a las preferencias de sus clientes supone ya de por sí un valor. En este contexto la decoración y el ambiente del Botánico han jugado siempre un valor fundamental, y la esencia de sus espacios hace que cada mesa tenga un toque hogareño muy apreciado por la clientela.

Recuerdo, un olor a jazmines, a frutas maduras y vino, aquellos felices días de verano, entre amigos y familia; sin prisas, a la sombra de los árboles del Botánico, degustando las recetas de siempre, o brindando sin más; compartiendo momentos inolvidables e inspiradores, que estoy deseando revivir” han escrito de este rincón madrileño que con su cocina pretende reencontrar los sabores auténticos de una cocina tradicional y saludable, y reinventarlos para transmitir todo el sabor del producto, potenciando su versatilidad para adaptarse a cualquier ocasión y paladar.

 

La cocina es esencialmente mediterránea, con una apuesta decidida por los productos de temporada y de Km 0 para adaptarse a su compromiso de sostenibilidad ecológica y ajuste de costes, invirtiendo siempre en la calidad de los ingredientes lo que consiguen ahorrar en los procesos. Este cuidado de los detalles hace que cada visita al botánico esté llena de matices. Entre sus platos impera la tradición con toques personales como los caracoles picantitos con jamón, la burrata con caviar de trufa o el carpaccio de Kobe. Siempre ofrecen algún guiso de cuchara, pero el marmitako de atún rojo es un fijo, un pescado que es protagonista, y en los arroces se decantan por los marineros.

Para los carnívoros el rabo de toro compite con la pechuga de pollo al estilo café de parís. Los postres son todos caseros y transitan de nuevo por un clasicismo sin fisuras que permite ir de un Tiramisú a una tarta de nata, trufa y chocolate blanco sin asumir riesgos, y la oferta de vinos que complementa su carta recorre las principales denominaciones de origen de nuestro país con unos precios que no presentan ningún desmán. Con la llegada del buen tiempo la terraza del Botánico se convierte en el complemento ideal a un restaurante que quiere seguir siendo un remanso de tranquilidad otros 30 años más.

El Botánico. c/ Ruiz de Alarcón 27. 28014, Madrid. T: 91.420.2342

W: http://restaurantebotanico.com/