El "derbi de la igualdad" marcará un antes y un después en el fútbol español.

Cuando medio mundo - o más - se apreste a vivir un choque que se disputa a 10.000 km. del lugar inicialmente estipulado, en Valencia estaremos terminando de paladear un más que atractivo derbi ciudadano. Un partido que gozará, por parte levantinista y como conjunto anfitrión, de un tratamiento similar al de cualquier encuentro de LaLiga.

Valedero para la promoción que tanto éxito ha tenido en el Levante UD de cara a la gratuidad de los abonos para la campaña posterior, el derbi tampoco será de pago para todo aquel aficionado o aficionada que guste de presenciarlo in situ. Iniciativas éstas a través de las cuales se pretende superar la entrada de aproximadamente 14.000 espectadores/as que el pasado mes de abril se dieron cita en el último choque de rivalidad ciudadana disputado entre féminas.

Las 8.000 personas de hace dos temporadas nos hacen vislumbrar esa curva ascendente enfocada a alcanzar - o, en su defecto, acercarse sobremanera - a las 24.000 que fueron testigos - utilizaremos la forma "testigas" cuando sea aceptada - del pasado derbi masculino en el mismo escenario; algo que también significaría lograr los mejores registros en lo que a una confrontación de balompié femenino en España se refiere.

El Levante UD, claro favorito:

La irregularidad valencianista en lo que va de temporada - marcha octavo en la zona media de la tabla - otorga, a priori, el papel preponderante en lo estrictamente futbolístico a la actual versión remozada del Levante UD.

Con incorporaciones de la talla de las actuales campeonas de la Liga Iberdrola con el Atlético de Madrid Sonia Bermúdez o Marta Corredera; el regreso de Ruth García o el trasvase desde, precisamente, su próximo rival ciudadano de la internacional española Ivana Andrés, las granotas están confirmando todas las expectativas creadas en torno a ellas para el presente curso. Actualmente forman parte de un terceto de cabeza, junto con los siempre dominadores Atlético de Madrid y FC Barcelona, que hace extremadamente difícil para el resto atisbar cualquier posibilidad de éxito en los duelos directos frente a dichas escuadras.

No obstante, el conjunto valencianista ahora dirigido por Óscar Suárez debe de confiar en la imprevisibilidad que todo enfrentamiento de rivalidad trae consigo, así como en la recuperación del olfato goleador por parte de su sempiterna artillera Mari Paz Vilas. Detener el inagotable caudal ofensivo del cuadro levantinista, con goleadoras del calibre de la mexicana Charlyn Corral o la propia Sonia Bermúdez, tampoco resultará nada sencillo para un cuadro che que se halla lejos de su habitual versión sólida de otras temporadas.