| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez, al límite por los sondeos.
Pedro Sánchez, al límite por los sondeos.

Sánchez se aferra al clavo ardiendo de los trackings para el “sprint” final

El que no se consuela es porque no quiere. La toma de temperatura al electorado se ha convertido en el arma del PSOE para combatir el desánimo.

| Ricardo Rodríguez Opinión

El cóctel electoral continuará agitado hasta la noche de autos. Cruzado el ecuador de la campaña, los socialistas sienten en sus costuras el empuje de Pablo Manuel Iglesias. La sala de máquinas de Ferraz reacciona a las encuestas, las privadas y las públicas, las de los periódicos, las de las radios y las de las teles, con resultados nada prometedores para Pedro Sánchez. “Datos PSOE dan 2 puntos de ventaja sobre Unidos Podemos (sic)”. Bip-bip… Y tal cual ha aparecido en las pantallas de centenares de teléfonos móviles de cargos.

Un SMS de auténtico contraataque. Una estrategia contra el desánimo en las filas del partido ante una previsión de derrumbe total de sus siglas, cuyo papel podría quedar reducido a la tercera posición. El tracking electoral, elaborado por una empresa de reconocida solvencia tras realizar más de 1.000 entrevistas, situaría a estas alturas de la carrera al PSOE 2 puntos por encima de Unidos Podemos. La fuerza morada no adelantaría a los socialistas, pero les haría sentir su aliento en el cogote.

El argumento que justificaría la "satisfacción" de Oscar López y demás estrategas consiste en que su líder ha logrado movilizar voto socialista. En concreto, 0,6 puntos, con respecto al arranque de campaña cuando la misma toma de temperatura del electorado les daba una ventaja de 1,4. Es decir, siendo realistas, una simple anécdota. Pero, curiosamente, éste escenario, que les otorga un 24,4% del apoyo electoral, se ha convertido en la mejor baza de los socialistas, según se ha analizado en la sala de maquinas del partido.

Se podría decir que es lo bueno de que todos los caminos apunten al desastre. Porque, ¿y si el 26-J no es tal esa debacle? ¿Y si las abultadas expectativas de Iglesias se incumplen? ¿Y si es la sopa de letras de Unidos Podemos la que sale más tocada de esta cita? Es una pobre forma de verlo. Pero no hay otra. Y en eso confía el PSOE para dar por imposible el sorpasso. Aún así, la alianza encabezada por Pablo Manuel Iglesias se sitúa en un 22,4% de facturación, en empate técnico. Las elecciones se han convertido en un experimento político sin precedentes para los socialistas.

Por mucho tracking que aireen, la campaña de Sanchez se está saldando con un fracaso estrepitoso, en tanto que aparece arrinconado. Parece obvio que el electorado no está siendo receptivo a los mensajes del candidato del PSOE. El tiempo corre en su contra. Cuanto menos se quiera reconocer la realidad, más negro puede ser su futuro y, sobre todo, el del propio partido. Porque España también necesita unas siglas constitucionalistas fuertes capaces de sortear el nuevo bloqueo institucional que ya se presiente tras el 26-J.