Turquia responde y su moneda se recupera

La respuesta al anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que dijo el viernes pasado que aplicará aranceles más altos para las importaciones de aluminio y acero desde Turquía no se ha hecho esperar. Turquía ha duplicado los aranceles sobre algunas importaciones de Estados Unidos, como vehículos, alcohol y tabaco, en lo que el vicepresidente turco, Fuat Oktay, ha afirmado que es una respuesta a los ataques deliberados estadounidenses contra la economía turca.

La medida se produce en medio de una mayor tensión entre los dos aliados de la OTAN sobre el encarcelamiento de un pastor de Ankara y otros asuntos diplomáticos. Un decreto publicado en el boletín oficial de Turquía y firmado por el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, ha duplicado los aranceles de los automóviles al 120 por ciento, las bebidas alcohólicas al 140 por ciento y al tabaco al 60 por ciento. Los aranceles también se han duplicado en productos como cosméticos, arroz y carbón.

“Los aranceles de importación se han incrementado en algunos productos, bajo el principio de reciprocidad, en respuesta a los ataques deliberados de la Administración de Estados Unidos contra nuestra economía”, ha señalado Oktay a través de su cuenta en la red social Twitter.

Erdogan ya afirmó este martes que Turquía boicotearía los productos electrónicos estadounidenses a medida que aumentaba la disputa, recalcando la solidez del sistema bancario turco. Asimismo, el mandatario turco destacó la buena situación económica de Turquía desde el punto de vista de la relación entre deuda pública y PIB, señalando que el país está experimentando un fuerte crecimiento del turismo.

La cotización de la lira turca frente al dólar, que había llegado a desplomarse casi un 30% entre el pasado viernes y este lunes, ha recuperado de hecho ya un 22,5% de su valor respecto del ‘billete verde’ en las dos últimas sesiones, después de que el Gobierno y el Banco Central de Turquía hayan desplegado una serie de medidas para defender la moneda otomana de lo que Ankara ha calificado como “ataque económico”.