El Valladolid se niega a alimentar la Selección Catalana de Piqué y Xavi

Gerard Piqué abandonó voluntariamente la Selección Española tras el Mundial de Rusia, pero formará parte de la Selección Catalana en un partido "internacional" contra Venezuela que se jugará el próximo lunes en Girona, tierra de Puigdemont y feudo del independentismo.

El club pucelano ha alegado razones deportivas, relacionadas con la necesidad de mantener intacta su plantilla en el tramo donde se juega todo, pero la realidad es que no quiere participar en un nuevo desafío del soberanismo, que ha utilizado insistentemente el deporte como plataforma de promoción.

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Ronaldo Nazario, exjugador del real Madrid y del FC Barcelona y máximo accionista del club, ha dado órdenes precisas para que no acudan a la convocatoria ni Rubén Alcaraz ni Jordi Masip, dos de sus referentes, ni tampoco Sergio González, entrenador del equipo del Pisuerga y uno de los seleccionadores del combinado catalán.

"El Real Valladolid ha tomado la decisión de no permitir la participación de Rubén Alcaraz y Jordi Masip en el partido amistoso que enfrentará a las selecciones catalana y venezolana y que se celebrará este lunes en Montilivi. Tampoco dará permiso a Sergio González, uno de los seleccionadores del combinado.  El Club respeta a la Federación Catalana de Fútbol pero entiende que debe hacer primar sus propios intereses deportivos en una fase decisiva de la temporada y evitar correr riesgos que puedan suponer una lesión de alguno de estos dos futbolistas, hasta la fecha claves para el equipo. El Real Valladolid persigue el fundamental objetivo de la permanencia y se ve en la obligación de minimizar riesgos a tan solo dos meses para que concluya la competición liguera", reza el eufemístico comunicado.

¿Con Xavi y Cesc?

Al partido, que acoge el estado de Montilivi donde más esteladas suelen ondear, sí concurrirá el jugador barcelonista Gerard Piqué, pese a que abandonó a España hace meses alegando la necesidad de concentrarse en su club. Y no se descarta la presencia de Xavi Hernández o Cesc Fábregas, habituales durante años con La Roja.

El estadio del Girona ya acogió hace dos años el último partido de propaganda secesionista, saldado con un empate a tres frente a Túnez. La Selección Catalana, antes de ese encuentro, se midió también dos veces frente a la del País Vasco, una elección nada casual y relacionada con el deseo de promocionar el nacionalismo en ambas Comunidades Autónomas.