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Los 4 treinta o "cómo matar al padre"

El Secretario General de la OTAN presentó en Bruselas el pasado 7 de junio un plan para mejorar el plazo de reacción y despliegue de sus fuerzas militares

| Juanjo Crespo * Edición Valencia

En los años 60 la OTAN decidió seleccionar una pequeña parte de sus cientos de miles de efectivos para dotarlos de un menor plazo de disponibilidad en caso de guerra con Rusia. Se le llamó la Fuerza Móvil Aliada (AMF, Allied Mobile Force en sus siglas en inglés).

Esta fuerza, de poco más de 5.000 soldados en su primera “oleada”, realizaría unas maniobras cada año para estar engrasada.

A finales de esa década, el Ministro de Defensa de Noruega, Thorvald Stoltenberg, pidió a la OTAN el despliegue –en unas maniobras militares- de la AMF en su país. Se trataba de comprobar el despliegue en situaciones meteorológicas extremas.

El ejercicio militar se llamó Artic Express y se llevó a cabo en 1970, con la participación de la AMF con refuerzos del Cuerpo de Marines de los EEUU. Thorvald Stoltenberg se había empeñado en demostrarle a su homólogo de la URSS -el mariscal Andréi Grechko- que la Alianza Atlántica no vacilaría en defender Noruega en caso de ataque, y que la AMF podía desplegarse aún en circunstancias climatológicas extremas.

En 2002, la nueva situación geoestratégica y el recorte en inversión en defensa de muchos países OTAN (sobre todo Gran Bretaña) hizo que se decidiera disolver esta fuerza. La AMF vivió 42 años.

Pero resulta que por esos juegos de la Historia que jamás dejan de sorprendernos, el actual secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg, hijo de aquel ministro de Defensa noruego, nos acaba de presentar un plan que recuerda mucho a aquella fuerza que su padre consiguió se entrenara en el Ártico.

Este nuevo proyecto se explica fácil; aunque ahora mismo ya existe una pequeña Fuerza de Reacción OTAN, y una serie de batallones posicionados en Polonia y en las Repúblicas Bálticas, lo cierto y verdad es que la gran mayoría de los efectivos aliados no son capaces de desplegar -para cumplir su misión defensiva- en menos de 120 días.

Ése es un plazo demasiado largo, y los países del flanco Este de la Alianza han presionado para conseguir que exista un número considerable de efectivos capaz de proyectarse más rápidamente.

Lo que anunció Jens Stoltenberg, y que ya se ha bautizado como el “Plan 4x30”, consiste en que la OTAN disponga de la capacidad de desplegar 30 batallones mecanizados, 30 escuadrones aéreos y 30 barcos de guerra en menos de 30 días.

No se trata de la creación de nuevas unidades militares, sino de identificar algunas de las ya existentes y reducir sus plazos de despliegue. En cuanto a la filosofía, recuerda mucho a la AMF, aunque con algunas mejoras, como podrían ser los sistemas de mando y control, y una mayor instrucción conjunta.

La historia, una vez más se repite. Cuando ya nadie se acordaba de aquella fuerza que desplegó en Noruega en 1970, ahora resulta que la iniciativa 4x30 nos recuerda que algo muy parecido a la AMF sigue siendo necesario.

En unos días Thorvald Stoltenberg cumplirá 87 años. Supongo que al cerrar los ojos para soplar las velas pensará que tampoco ha cambiado tanto el mundo.

Nos empeñamos en diseñar y planificar novedosos programas de instrucción e inéditas estructuras de mando… y al final resulta que está todo inventado.

O casi todo, que diría el hijo.

 *Experto en Seguridad y Geoestrategia.