| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Rajoy junto a su comité de dirección.
Rajoy junto a su comité de dirección.

Desánimo en el PP ante otras elecciones con Rajoy de candidato

Hasta los más próximo al presidente en funciones reconocen que sería “un alivio personal, afectivo y político” que “diera un paso atrás”. Pero, ¿quién se lo dice a él? He ahí la cuestión.

| Charo Zarzalejos España

Cuando hace unos días Javier Maroto, vicesecretario de formación del Partido Popular, en declaraciones a RNE pidió una limpieza total y mano dura contra la corrupción “caiga quien caiga” el chat de vicesecretarios del PP, en el que están incluidas algunas personas más, se activó de inmediato apoyando esas declaraciones. Los incluidos en el chat son “marianistas” declarados que ven con preocupación cada vez menos disimulada lo que consideran “un inevitable” adelanto electoral.

Las declaraciones últimas de Pablo Iglesias mostrando su disposición a “recibir” a Pedro Sánchez han llevado al PP en su conjunto a concluir que aunque el líder del PSOE acuda a la investidura -que lo va a hacer- hoy la posibilidad de un gobierno de izquierdas está más difuminada que hace veinticuatro horas. “Salvo que el PSOE se haya vuelto loco, la propuesta de Iglesias es inasumible”.

Manejando ya como hipótesis “casi segura” un adelanto electoral, el PP y sobre todo su sector más marianista que, por otra parte, es absolutamente mayoritario, tienen la mirada puesta en Mariano Rajoy. Que si bien ni en su propio partido entienden algunas de sus decisiones, lo que sí es constatable es que “todos le tenemos un especial afecto. Ha sido el mejor presidente que podíamos tener pero no se merece verse envuelto  en esta situación, en todo este tumulto, ni la absoluta falta de cortesía de Pedro Sánchez y, mucho menos, que dentro del partido algunos se pongan nerviosos y traten de organizar polémicas que acabarían por machacarnos”.

Por todo ello, y de acuerdo con fuentes de absoluta solvencia consultadas por ESdiario, son precisamente los más marianistas los que aseguran que “estaremos con él decida lo que decida, pero si no hace un gesto va a defraudar”. ¿Cuál es ese gesto? Pues no sería otro que diera un paso atrás “y desde ahora mismo pensara en otro candidato, de manera que las cosas se pudieran hacer bien y de manera controlada. Alguien de su entorno más íntimo se lo debería aconsejar. Mariano merece irse en las mejores condiciones posibles y nadie le puede discutir que sólo un hombre con su carácter y determinación podría haber tomado las decisiones que ha tomado y de puertas adentro se ha llevado demasiados disgustos. Es de los que le cuesta creer que hay quienes se lo llevan crudo. El partido necesita un vuelco y en ese vuelco él debe ser protagonista, pero hasta ahí”.

Los “marianistas” reconocen sentirse “entre la espada y la pared”. Por un lado, la lealtad y el afecto a Rajoy no sólo les lleva a no protagonizar “numerito alguno”, sino que en la medida de lo posible “tratamos de explicar, sobre todo fuera de Madrid, la situación haciendo ver que estamos en un momento más que delicado en el que es necesario que Rajoy tenga margen de maniobra”. Pero este margen de maniobra, aseguran “se está agotando”, entre otras razones porque “hay que descartar de manera absoluta que el PP vaya a gobernar” y “Rajoy no puede acudir de nuevo como candidato si no esta garantizado un mejor resultado que el que hemos obtenido en diciembre y eso, a día de hoy, no está garantizado, ni mucho menos”.

Para los más próximos a Rajoy, aquellos que se sienten más identificados con él, reconocen que sería “un alivio personal, afectivo y político” que el hoy presidente en funciones “diera un paso atrás”.

La convocatoria de un Congreso nacional se considera, de acuerdo con las fuentes consultadas, como “un paso imprescindible para salir a las próximas elecciones con un partido absolutamente renovado, en el que se note que hay un antes y  un después en las caras y en las actitudes”. En este contexto de expectación y preocupación, son muchos los dirigentes nacionales y territoriales que creen que a la hora de la sucesión “el partido se va a sacar un as imprevisto de la manga” y que será necesario combinar “novedad en la cara y experiencia porque España no está para pruebas de laboratorio”. Nadie se atreve a dar nombres de manera cerrada pero se apuesta por personas ya tan conocidas como Alberto Núñez Feijóo, Soraya Sáenz de Santamaría e incluso Alfonso Alonso.

Se da la circunstancia que ha sido el propio Rajoy quien le ha pedido a Núñez Feijóo que se quede en Galicia “porque sin él es muy difícil ganar y con el ya veremos” y Alfonso Alonso ha sido designado candidato a lendakari. Ninguna de estas circunstancias se dan en Soraya Sáenz de Santamaría. Desde la propia dirección nacional se reconoce que “Soraya es más querida entre las bases que entre los que tenemos responsabilidades de partido”.

En estos momentos y mientras el ambiente interno del PP comienza a caldearse ante una cita electoral que ya se da por segura, marianistas y no tan marianistas admiten que el calendario va a ser determinante y sobre todo la decisión que tome Rajoy de acudir o no a la investidura si es que Sánchez, como ya se prevé en el PP, no logra los apoyos suficientes para formar gobierno. En el PP confían en que Rajoy “reflexione y no opte por convertirse en una víctima propiciatoria”. Quienes así hablan asumen que “si Rajoy da el paso atrás muchos nos iremos con él. Todos tenemos nuestro tiempo”, sentencian.