El compadreo entre Iceta y Rufián en un acto público que mete en líos a Sánchez

Y eso que este mismo jueves, en Telecinco, Pedro Sánchez argumentó su boicot a Pablo Iglesias en su complicidad con el independentismo. Pero, a juzgar por el compadreo que 24 horas después han mostrado en público el socialista Miquel Iceta y Gabriel Rufián, la estrategia del líder del PSOE se parece mucho a una pose. Elogios al diálogo, mucho colegueo, y emplazamiento a pacto ahora y no a elecciones anticipadas.

El primer secretario del PSC ha rechazado  una eventual repetición de las elecciones generales en caso de que falle la investidura de Pedro Sánchez, y lo ha dicho ante el portavoz de ERC en el Congreso, que ha defendido la necesidad de que ambas partes dialoguen, pese a tener diferencias y contradicciones.

Así se han manifestado en un debate organizado por la Universitat Progessista d'Estiu de Catalunya bajo el título de Las izquierdas en un país extraño, y que ha contado también con la participación de la presidenta de los Comunes en el Parlament Jèssica Albiach y la de la diputada de la CUP Maria Sirvent.

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"La repetición electoral sería trágica y espantosa. Es decirle a los ciudadanos: volved a votar a ver si lo hacéis mejor", ha sostenido Iceta, que ha apostado por configurar un gobierno progresista de cooperación, basado en un acuerdo programático y parlamentario que permita un seguimiento permanente de lo que se lleva a cabo por parte de los que lo integren.

Para Rufián, el PSOE y ERC deben dialogar, tarde o temprano, pese a tener "enormes contradicciones", alegando que representan a miles de personas.

"Hay mucha gente que es consciente de la absoluta violación y el atentado contra derechos civiles, sociales y nacionales que hay, pero está cansada. Quiere que hablemos, que negociemos", ha sostenido, tras reivindicar que los socialistas ganaron las generales de forma incontestable y ERC en Cataluña.

Para Rufián, hay que abrir un diálogo que permita la permanencia de Sánchez, pese a cuestionar algunas de sus políticas, para resolver el conflicto catalán, pero también para hablar de refugiados, de eliminar las concertinas y para derogar de la reforma laboral: "Los que digan que sólo queremos hablar de banderas, miente de forma flagrante".

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