No basta con dimitir: PSOE y Podemos tienen que explicar qué hizo Mario Herrera

Cuatro días después de saltarse el toque de queda, estrellar su coche y dejarlo abandonado en la vía pública sin avisar a nadie; Mario Herrera sigue siendo Director General de Participación y Derechos Humanos de La Rioja; un puesto por lo demás innecesario y costoso cuya existencia se debe, en exclusiva, a los peajes que el PSOE le paga a Podemos para alcanzar ese Gobierno.

Y, en general, a la superpoblación de la Administración con puestos artificiales, de origen clientelar, que esquilman las arcas públicas y generan una insoportable industria política que está en el epicentro de muchos de los males económicos que asolan a España.

El PSOE mantiene al alto cargo de Podemos que estrelló su coche y huyó

El susodicho alto cargo protagonizó un escandaloso comportamiento que trató de justificar, cuando se conocieron los hechos, con unas explicaciones que oscilan entre lo inverosímil y la mentira: alegó que tuvo una emergencia sanitaria, dudosa por la ausencia de prueba alguna al respecto; pero no dijo nada para tratar de aclarar su injustificable comportamiento posterior.

No basta con dimitir: debe reconocer sus mentiras y pedir perdón a la ciudadanía

Fugarse del lugar de los hechos, prescindir de todo aviso a los servicios de emergencia y de la Guardia Civil y dejar abandonado su BMV en plena vía pública durante horas, con el consiguiente peligro que eso comporta para la integridad de otros conductores es inadmisible siempre, pero especialmente en alguien que vive de la ciudadanía y de sus recursos.

¿Y Concha Andreu?

Es un comportamiento lamentable, escandaloso y temerario, que sin duda tiene que costarle el puesto: algo que ocurrirá probablemente en las próximas horas, pero no por la convicción y el sentido de la decencia de su Gobierno, encabezado por la socialista Concha Andreu, sino por la presión pública, que hará inviable su continuidad o afectará a la imagen de sus jefes.

Pero la salida de Herrera, un joven profesional de la política que ha ido saltando de Comunidad en Comunidad a la búsqueda de un salario público, no es suficiente. Él, o su Gobierno, tienen que explicar exactamente qué pasó, reconocer sus mentiras iniciales y pedir perdón a la ciudadanía.