Batet hace el primer pago al independentismo sin que el PP pueda detenerla

Tocaba este lunes por la tarde Diputación Permanente en el Congreso, la última antes de la constitución de las nuevas Cortes salidas de las urnas del 10 de noviembre.

Al término de la misma, la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, se acercó a la presidenta de la Cámara y le pidió encarecidamente que no deje que este martes los independentistas conviertan el hemiciclo en un circo. 

Meritxell Batet no respondió ni sí ni no. Pero los populares saben bien lo que va a hacer durante los acatamientos de los diputados electos porque ella misma lo dejó caer la semana pasada: tragar. Aún más que en mayo, puesto que a Pedro Sánchez le va más en ello.

Los parlamentarios electos de ERC, Junts per Catalunya y Bildu piensan volver a las andadas y emplear como fórmulas para el acatamiento de la Constitución -condición sine qua non para ser plenamente diputados- las mismas o parecidas a las que utilizaron en mayo. Entonces hablaron de presos políticos, de exiliados y de su lealtad al referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.

Batet las aceptó todas, como también las de algunos diputados de Unidas Podemos que acataron "por la democracia y los derechos sociales", por ejemplo. El PP, Ciudadanos y Vox protestaron. Pablo Casado y Albert Rivera llegaron a hablar de "vergüenza internacional" y de "humillación" y presentaron recursos ante el Tribunal Constitucional.   

El memorable discurso de Rivera que sacó de sus casillas y de su escaño a Batet

Esta vez Casado quiso ponerse la venda antes de la herida, previendo lo inevitable, y la semana pasada envió una carta a Batet para pedirle que no sea tan permisiva con los independentistas. En la misiva le dejaba caer que si lo hacía podría enfrentarse a sanciones.

La respuesta de la presidenta del Congreso fue anunciar públicamente que dejará hacer, como en mayo, porque según ella la jurisprudencia del Tribunal Constitucional así lo permite. Parecido espectáculo se vivirá en el Senado, con la socialista Pilar Llop estrenando Presidencia de la Cámara en sustitución de Manuel Cruz. 

El trasfondo es mayor. A Sánchez no le interesa enfadar a los independentistas, y mucho menos horas antes de la segunda reunión que mantendrán, este martes, los equipos negociadores del PSOE y ERC, con Adriana Lastra y Gabriel Rufián a la cabeza. 

El coordinador nacional de Esquerra, Pere Aragonès, se desplazó este lunes a Madrid para presidir una reunión con los parlamentarios de su partido. Allí enfrió las prisas de Sánchez y Pablo Iglesias por tener un Gobierno de coalición antes de Nochebuena y pronosticó que las negociaciones durarán "semanas". El reloj juega a su favor, y cuanto más tiempo pase mayor será la ansiedad de Sánchez.