| 17 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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14ª de San Isidro: Mucho arroz para tan poco pollo

Los de La Quinta dieron una tarde de emociones, sobre todo en los dos primeros tercios, de los que al menos dos novillos, hubieran permitido a El Galo sumar dos trofeos.

| Miguel Angel Moncholi Ocio

Echo de menos a mi amigo Víctor. Víctor Herranz, de Mozoncillos (Segovia), era la alegría del tendido. Sus frases han quedado para recordar, no por originales, sino por acertadas. Frases que administraba a lo largo de todos los San Isidro y repetía incansable en las tardes de solanera.

La segunda novillada de la isidrada, 14ª de la Feria, nos regaló unos novillos de La Quinta, muy en el tipo, guapos, parejos, cárdenos todos ellos, cuyo comportamiento en el caballo fue ese que gusta al aficionado: alegres, empujando, algunos cabeceando, -como los tres últimos-, y otro derribando, -como el primero, que a la salida se pegó un buen costalazo por hincar los pitones sobre el ruedo-.

Raudos iban en banderillas y hacían hilo sobre los rehileteros que, como “Lipi”, que se vio en peligro en dos ocasiones, obligando a Ángel Jiménez a hacer un quite milagroso de peligro y otro tanto a Víctor Pérez a cuerpo limpio.

Emoción de los de La Quinta por su movilidad y empuje en el caballo

Los dos primeros tercios fueron de emoción continuada, de movilidad y en ocasiones de peligro presente. Y de toreros que, en más o en menos, lidiaban como bien sabían. Como diría Víctor, los de La Quinta eran “mucho arroz para tan poco pollo”.

La novillada dio juego desigual en la muleta. El lote del sevillano Angel Jiménez no permitió el lucimiento. Sin transmisión el primero y queriéndose ir y soso el cuarto, Ángel no bajó en Las Ventas el crédito de las tardes anteriores. Habrá que seguir esperando.

Lamentablemente no es el caso de “El Galo”. El franco-mexicano tuvo el mejor lote para salir por la puerta grande. De oreja los dos, se les fueron pese a las ganas en el segundo y, por no acoplarse, la del quinto por ser un novillo más claro.

El Galo desaprovecha dos oportunidades de Puerta Grande

El segundo le venía de largo, tenía recorrido y repetía por mucho que tuviera tendencia a salir algo suelto. Aprovechó Lagravere la inercia en las primeras tandas y fue bajando el tono de la faena poco a poco, tras medirse con la diestra y al natural. Una entera, en la que se vio desarmado, concluyó con leves pitos.

Quiso tomar para sí la responsabilidad en el quinto de poner los palos. El primer par lo dejó bajo, el segundo al violín y el tercero, tras verse superado al primer encuentro, prendió al cuarteo. LO suyo no es poner banderillas, está claro. Como tampoco estuvo acertado con la muleta. Sencillamente, no lo vio claro. Debe mejorar la composición, la ligazón y el manejo de la espada. Y entretanto, como diría Salva: “que no deje de estudiar”.

 


Francisco de Manuel saludó sus dos faenas

 

Francisco Manuel confirma que es un valor seguro

La tarde fue de Francisco de Manuel. No sé si por el gusto que tiene al torear de capa, si por las ganas, si por el valor que supone aguantar, como aguantó, las coladas del tercero, si por el mando y el pulso ante el descompuesto y mentirosillo que hizo sexto, o por el buen manejo de la espada en ambos. Lo cierto, es que Francisco realizó lo mejor de la tarde y así fue reconocido con sendas ovaciones con saludos.

Lo cierto, es que eché de menos a mi amigo, a nuestro Víctor, infatigable caballista en los encierros de Cuéllar, Pedraza y tantos otros pueblos a los que iba a encerrar a caballo. El mismo que, en tardes de reses exigentes como las de La Quinta, hubiera sentenciado con su “mucho arroz para tan poco pollo”. O bien, “ojo al gato y otro al garabato”.

 

14ª de San Isidro: Novillos de La Quinta, parejos y bellos de lámina. Manejables 2º y 5º. Deslucidos 1º y 4º. Complicados 3º y 6º. Angel Jiménez: Silencio y Silencio. El Galo: Leves pitos y Silencio. Francisco de Manuel: Ovación con Saludos y Ovación con Saludos.

 

Lo mejor:

A destacar el quite de peligro de Angel Jimenez a “Lipi” y posteriormente al mismo banderillero de su compañero Víctor Pérez a cuerpo limpio.

 

Lo peor:

Las oportunidades desaprovechadas por El Galo con ambos novillos de La Quinta, que le hubieran permitido salir por la Puerta Grande.

 

Cartel de la 15ª de San Isidro