| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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PSOE y PP siguen atentos la evolución de Ciudadanos
PSOE y PP siguen atentos la evolución de Ciudadanos

Por qué PSOE y PP siguen con interés lo que pasa en Ciudadanos

Pase lo que pase en el futuro inmediato de la formación naranja, y una vez confirmado el triunfo de Arrimadas, los dos grandes partidos podrían sacar tajada de una u otra forma

| Héctor González Edición Valencia

Las elecciones para decidir la presidencia y el comité ejecutivo de Ciudadanos y la asamblea general que se celebrará el próximo fin de semana con el objetivo de diseñar su estrategia de futuro, afectan sobre todo a cargos y militantes del partido naranja forjado en Cataluña. No obstante, no son los únicos que observan con interés en qué queda durante estos días todo y, principalmente, de qué modo irá derivando en los próximos meses una vez ya confirmado el triunfo interno de Inés Arrimadas. PSOE y PP también están muy atentos.

¿Cómo afecta al PSOE?

En la Comunidad Valenciana el PSOE podría haber gobernado el ayuntamiento de Alicante o la Diputación de esta provincia si Ciudadanos le hubiera dado su apoyo. De hecho, la dirección del PSPV ofrecíó incluso un canje de última hora para lograr ese acuerdo. No obstante, la orden de Albert Rivera de convertir al PP en socio preferente frustró cualquier intento socialista. Ahora, si el panorama y las directrices de la cúpula varían, el PSOE podría hacer nuevas propuestas para arrebatar al PP los dos principales bastiones alicantinos.

De hecho, el PSOE ya tiene experiencia de gobierno con Ciudadanos en el actual mandato en localidades como Sueca, Loriguilla o Tavernes Blanques. La única premisa la ha constituido que no comparta gestión municipal con Compromís o Unides Podem.

Por otra parte, y aunque no consiga atraer a su causa y cambiar gobiernos, el PSOE sí que puede lograr que se resquebrajen algunos equipos conformados por PP y Ciudadanos si los ediles o parlamentarios de esta última formación no ven que se enderece el rumbo de su partido y empiezan a adoptar decisiones propias. En este caso, la estrategia socialista pasaría por debilitar a su principal rival, el PP, de cara a los próximos comicios.

Todavía quedan tres años largos hasta las próximas elecciones municipales y, en la mayoría de los casos, autonómicas, por lo que el gran reto del nuevo equipo de Ciudadanos consiste en mantener la ilusión de las bases y que no cunda una desmoralización que pueda acabar en desbandada de cargos públicos. Y aquí el PSOE podría tener los brazos abiertos, sobre todo para aquellos cargos más centristas.

De hecho, la primera escisión de cierta magnitud en Ciudadanos la protagonizaron en 2017 cargos del partido que venían de filas socialistas y que renegaron del cambio ideológico adoptado entonces por el equipo de Albert Rivera. Como fue el caso de los diputados provinciales por Valencia, José Enrique Aguar, y por Alicante, Fernando Sepulcre.

Por tanto, si algo cambia en Ciudadanos el PSOE puede beneficiarse configurando nuevos pactos de gobierno con un aliado que antes no tenía, debilitando al PP si su socio en algunos consistorios y corporaciones se derrumba o incluso acogiendo para las candidaturas de 2023 a dirigentes destacados de la formación naranja.

¿Cómo afecta al PP?

La línea actual de Ciudadanos resulta totalmente beneficiosa para el PP. Gracias a que es socio preferente, preside los gobiernos autonómicos de Andalucía, Madrid, Murcia o Castilla y León con el báculo de Ciudadanos. Además, poco a poco va absorbiendo una marca cada vez más devaluada. De momento, admitiendo en sus candidaturas a algunos militantes de Ciudadanos en una desequilibrada coalición, como ocurre en el País Vasco. Es el principio de un proceso que otorga al PP un marchamo centrista, algo que estratégicamente le ayuda de cara a recuperar un electorado que perdió y que en buena medida fue al PSOE en noviembre de 2019, sobre todo por enarbolar el acercamiento popular a Vox.

Con la actual orientación, el PP va fagocitando la marca de Ciudadanos. No obstante, si el partido naranja no se fortalece en los próximos meses y, por el contrario, se producen fugas, la formación popular no pondrá pegas en acoger a destacados militantes de ese partido. De hecho, en autonomías como la valenciana una parte destacada de cargos ciudadanos inició su actividad política en el PP.  Este último puede resultar una salida cómoda y segura para bastantes de ellos, ya que, en la práctica, tienen ya el roce que hace el cariño de gobernar conjuntamente numerosas instituciones.

Por tanto, al PP le beneficia la línea actual de socio preferente y pactista con él de Ciudadanos. Si sigue así, lo irá tratando de devorar con el argumento de "pactos entre constitucionalistas". Si no, siempre puede recoger a hijos huérfanos del ideal centrista que llevó a Ciudadanos a lograr su máximo de 57 escaños.