×
Portada
España
Investigación
Opinión
Medios
Chismógrafo
Andalucía
Castilla y León
Castilla-La Mancha
C. Valenciana
Economía
Deportes
Motor
Sostenibilidad
Estilo
esTendencia
Salud
ESdiario TV
Viajar
Mundo
Suscribirse
Portada
España
Investigación
Opinión
Medios
Chismógrafo
Andalucía
Castilla y León
Castilla-La Mancha
C. Valenciana
Economía
Deportes
Motor
Sostenibilidad
Estilo
esTendencia
Salud
ESdiario TV
Viajar
Mundo
Suscribirse
La dura advertencia de Makoke a Cristina Pujol, la esposa de Kiko Matamoros
El triángulo Kiko, Makoke y Cristina vuelve a dar una noche de gloria al Sábado Deluxe, con mensajes cruzados, presagios, reproches y consejos que agitan las aguas como nunca.
La historia de nunca acabar en la familia Matamoros, esa dinastía de Telecinco que, cuando parece haber llegado al final, siempre escribe un nuevo capítulo: el de ahora en el Sábado Deluxe presagia pelea en el barro entre dos damas unidas de algún modo por Kiko Matamoros. Su ex, Makoke, y su futura esposa, Cristina Pujol.
La advertencia de la primera a la segunda no pudo ser más clara: "Si quieres a Kiko, no entres en guerra conmigo". Se refería así a la tormenta suscitada por todo lo que Makoke había venido contando de Cristina Pujol tras conocerse su inminente boda con Kiko, anunciada solo unas horas después de que el divorcio de la pareja original fuera un hecho legal.
"Me parece terrible que haya dejado a su futura mujer decir que estoy despechada", se quejó Makoke, visiblemente quemada por una historia que, no nos engañemos, ella misma había incendiado al cascar de lo lindo sobre Cristina y revelar que el propio Kiko, según ella, no le daba ningún futuro a su matrimonio.
"A esta la mando a Albacete en menos de un mes", asegura Makoke que le contó Kiko Matamoros, que no tuvo más remedio que llamar al circo de Jorge Javier Vázquez para intentar apagar ese fuego sin dejar quemado a nadie.
Llamada de Kiko
Porque el colaborador de Mediaset intentó defender a su futura esposa sin atacar a la anterior, algo así como cuadrar el círculo, tarea difícil por antonomasia. "He sido absolutamente respetuoso con Makoke. Siempre me he partido la cara por ella". El reproche quedó ahí, tan intenso como la sensación de que vienen curvas: el culebrón, que parecía muerto, está vivito y coleando.
