| 08 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Los Reyes "perdonan" a Doña Cristina antes de que Urdangarin ingrese en prisión

Un año después de la última vez que coincidieron juntos en un acto, los Monarcas ha compartido acto solemne con la Infanta en la que puede ser la última foto de familia antes de la cárcel.

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En el que puede ser el último acto en el que coincida con los Reyes Felipe y Letizia antes de que Iñaki Urdangarin ingrese en prisión, la Infanta Cristina se dejó ver con su familia por primera vez desde hace casi un año para asistir a la misa por Don Juan de Borbón en el 25 aniversario de su muerte.

Acompañados por Don Juan Carlos y Doña Sofía, los Reyes presidieron la ceremonia en la Basílica del Monasterio de El Escorial, a la que acudieron unos 250 asistentes, entre ellos el ministro Íñigo Méndez de Vigo, familiares del conde de Barcelona y personas vinculadas a distintas etapas de su vida.

Esta es la primera vez que Doña Cristina coincide en un acto público con los Reyes desde el 11 de mayo del año pasado, cuando acudió junto a su hermana Elena al funeral por Alicia de Borbón-Parma en la capilla del Palacio Real de Madrid minutos antes de que lo hicieran Don Felipe y Doña Letizia.

La Infanta Cristina llegó a la Basílica unos veinticinco minutos antes del inicio de la ceremonia acompañada de su prima Alexia y respondió sonriente a los saludos que le dirigieron durante el recorrido hasta la primera fila del templo, donde tomó asiento junto a la infanta Margarita y su esposo, Carlos Zurita.

Antes de la llegada de los Reyes, estrechó asimismo la mano de Méndez de Vigo y de algunos familiares.

El conde de Barcelona falleció en la Clínica Universitaria de Navarra, en Pamplona, el 1 de abril de 1993 tras un largo proceso canceroso y sus restos fueron trasladados el día siguiente al Palacio Real de Madrid, donde se instaló una capilla ardiente y se ofició el sábado 3 una misa córpore insepulto con asistencia de la Familia Real y las altas autoridades del Estado.

Tras aquella misa, el féretro partió hacia San Lorenzo de El Escorial, donde los restos mortales fueron llevados a la antesala del Panteón de Reyes, conocida como el pudridero, en la que permanecerán hasta que puedan reducirse para que ocupen la urna que los acogerá definitivamente bajo la inscripción "Don Juan de Borbón, conde de Barcelona".