El Supremo pone en jaque a la directora de la Asociación Española de Anunciantes

El Tribunal Supremo ha echado por tierra uno de los pilares de la estrategia de la Asociación Española de Anunciantes (AEA): el procedimiento judicial que buscaba tumbar la última adjudicación de canales de TDT que tuvo lugar en 2015.

La sentencia del alto tribunal se ha mostrado implacable con una acción que la AEA puso en marcha tiempo atrás y que había llegado hasta el Supremo después de ser rechazada en las anteriores instancias. Ahora, otra vez, el recurso de la AEA ha vuelto a caer en saco roto a través de un auto fechado el pasado 22 de enero que lo desestimaba.

Desde la adjudicación de las licencias en 2015, la AEA se ha negado a aceptar el reparto, que otorgó tres licencias en alta definición para Atresmedia, Mediaset y Real Madrid TV y otras tres estándar para Secuoya, Radio Blanca (Kiss TV) y 13TV.

Esta cuestión no sólo supone un varapalo en toda regla a la estrategia de la AEA sino que también deja en una situación comprometida a su directora general, Lidia Sanz, que había apostado por ahondar en dicha línea aludiendo a una falta de pluralismo y a un daño a la competencia que el Supremo ahora le ha negado, condenando además a dicha asociación al abono de costas con un máximo de 1.000 euros.

El problema para Sanz viene generado por el hecho de que la sentencia del Supremo pone el broche al ‘annus horribilis’ que vive la directora general de la AEA, acumulando situaciones comprometidas para su puesto.

Un cargo cada vez más cuestionado por culpa de los fracasos vividos (el del proceso por el reparto de licencias TDT y el de la campaña por el regreso de la publicidad a RTVE) y por su papel como juez y parte al capitanear una asociación de anunciantes y formar parte del Consejo de una editora de un medio de comunicación como COPE.