| 25 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Errejón y Montero, durante una reunión de la Junta de Portavoces del Congreso
Errejón y Montero, durante una reunión de la Junta de Portavoces del Congreso

Iglesias y su grupo pagan la novatada en las Cortes por torpeza de sus asesores

Los que ha designado Unidos Podemos a dedo en el Congreso y el Senado carecen de experiencia en el trabajo parlamentario y están provocando situaciones inéditas en ambas Cámaras.

| Javier Ruiz de Vergara España

"Están comprobando lo que va de una asamblea de facultad o una sentada callejera al trabajo parlamentario". Con esta contundencia se expresa un diputado del PSOE, conocedor de los entresijos del funcionamiento interno de la Cámara Baja, sobre el debut parlamentario de Podemos en los minutos iniciales de la XII Legislatura.

Finalizado el bloqueo de casi un año -sólo ruido pero poco trabajo efectivo en las Cortes- y apagados los oropeles de la solemne sesión de apertura, presidida el pasado jueves por el Rey Felipe VI, para los diputados y senadores ha llegado el momento de remangarse y ponerse a trabajar en las iniciativas legislativas que, esta vez sí, van a ser debatidas y en muchos casos, aprobadas.

Pero más allá de la bronca, los plantes, los numeritos destinados a las redes sociales y las intervenciones en directo para las televisiones, muchos de los diputados de Podemos están demostrando una impericia y una falta de preparación que está abochornando tanto al resto de los grupos como a los servicios jurídicos del Congreso y Senado.

La primera gran pifia -que los dirigentes morados han querido camuflar de estrategia- se ha producido este mismo miércoles durante la primera sesión de control al Gobierno de la legislatura. Según fuentes parlamentarias consultadas por ESdiario, a los portavoces de Podemos se les recordó el lunes que, en su calidad de tercer grupo de la Cámara, correspondía a Pablo Iglesias una de las tres preguntas a las que debía responder el presidente del Gobierno. 

Sin embargo, Mariano Rajoy tan sólo ha respondido a las preguntas que le han formulado los líderes del PSOE y Ciudadanos, Antonio Hernando y Albert Rivera.

Iglesias ha preferido protagonizar una interpelación desde la tribuna ya que, según manifestó su grupo, quería "acaparar el foco" y "más tiempo". Sin embargo, fuentes populares y socialistas han coincidido en su análisis: Podemos creía que la réplica a Iglesias -la iniciativa era sobre pobreza energética- se la iba a dar el propio Rajoy. Ha sido, sin embargo, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, quien le dio respuesta en un hemiciclo semivacío, algo habitual cuando terminan las preguntas al presidente y los ministros.

 

El caos organizativo y las complicadas alianzas de Iglesias con sus confluencias provoca que a la Junta de Portavoces -la que regula los plenos- acudan cinco representantes de Podemos: Iñigo Errejón, Irene Montero, Alberto Garzón (IU), Xabier Domenech (Cataluña sí que puede) y Alexandra Fernández (En Marea). "Es de broma, nosotros con 137 diputados acudimos con dos portavoces y estos, con 71, van con cinco", ironiza un diputado popular.

La falta de conocimientos sobre los usos parlamentarios y de preparación en la dirección de su grupo están provocando situaciones inéditas también en el Senado, donde muchas de las iniciativas de Podemos que entran en el registro con la firma de su portavoz, Ramón Espinar, llegan con sorprendentes fallos, algunos de forma pero otros también de fondo.

Y todo, ahora, en el marco del complicadísimo trámite parlamentario del proyecto de los Presupuestos Generales de Estado y su laberinto de enmiendas totales y parciales.

Fuentes del resto de los grupos coinciden en que pese a algunas excepciones -algunos asesores con mucha experiencia en el Grupo Socialista fueron tras el 26-J fichados por Podemos-, la formación morada ha aprovechado las decenas de puestos de confianza que facilitan las Cámaras -asistentes, letrados o periodistas-para enchufar y premiar con un sueldo público a miembros de los círculos de confianza de los distintos líderes del partido.