| 20 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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32ª San Isidro: Seis sacrificados de Fuente Ymbro y futuros contratos muertos

Cuando sales tocado en San Isidro, lo propio es que termines hundido el resto de la temporada. La terna que no supo aprovechar la oportunidad que le dieron los de Fuente Ymbro.

| Miguel Angel Moncholi Ocio

El ciclo de San Isidro afrontaba su recta final con una corrida de Fuente Ymbro. La 32ª era la última oportunidad para tres toreros que necesitaban como ninguno de un triunfo para afrontar con bien el resto de la temporada.

La tarde se presentaba sobre el papel muy esperanzadora en lo taurino, a poco que los criados por Ricardo Gallardo dieran opciones. Solo faltaba que el viento permitiera el toreo. Y a mayores que la temperatura acompañara.

Viento y frío en los tendidios, y en el ruedo por la falta de ambición de los toreros

Pues bien, El viento se hizo presente, molestando y mucho a los de luces y el frío se adueñó de los tendidos poco previsores. De los seis de Fuente Ymbro, dos llevaban orejas para cortar y otros dos se dejaron, con similares opciones que los anteriores, a poco que hubiera habido más disposición por parte de los de luces.

¿Y qué sucedió? Que en tarde fría y desangelada se sacrificaron seis toros y los tres diestros lo van a pasar mal el resto de la temporada. No porque no puedan remontarla, sino porque lo que “Madrid non da, el resto de ferias non presta”.

Las ganas de Morenito que se diluyeron cual azucarillo

Salió con ganas Morenito de Aranda en el primero al que recibió a portagayola. Esta es una suerte que no goza de general aprecio, por ser desdeñada por los puristas y los ñoños. Pero, a fin de cuentas, es una suerte de riesgo y demostración de predisposición. Suerte que Jesús realizó en varios tiempos debido a que el toro salió distraído y se paró en varias ocasiones en la jurisdicción de burgalés.

 

Fiereza y casta al rematar el Fuente Ymbro en el burladero

 

No fue, el primero, un toro de los elegidos para la gloria. Manso que se quería ir, Morenito tiró de voz y mando, dejándole muy puesta la muleta, lo que le valió un silencio de respeto.

El cuarto fue aplaudido en el arrastre y Jesús volvió a escuchar silencio. Esta vez como respuesta a una faena, compleja por la presencia del viento, es verdad, en la que la técnica superó a la emoción. Y cuando la técnica no está “al servicio” de la emoción, ésta no llega al tendido.

La desconfianza ha sido la nota predominante de Pepe Moral a su paso por San Isidro

Pepe Moral volvió a tener dos toros, -ya le pasó el otro día con los “ibanes”-, con los que debió estar mejor. Mejor con el segundo, que humillaba, se dejaba y repetía y con el que reconozco que hizo un esfuerzo. Cuando el valor falla el esfuerzo es mayor.

El otro toro, el quinto, fue el de mejor condición de la tarde. A su manejable embestida había que añadir su transmisión. En un conato de faena, Moral la inició con un cambiado en los medios que siguió con tandas con la diestra. Fuera de cacho y despegado, desconfiado y desplazando hacia fuera al de Fuente Ymbro, muletazo a muletazo, o mejor, pase a pase, se le fue yendo la posibilidad de obtener un trofeo, de lo que no le salva ni la excusa del viento.

A Garrido le faltó ambición y aprovechar sus dores de torero

El tercer aspirante a enderezar su San Isidro y proyectarse de cara a la temporada, era José Garrido. Al extremeño le faltó ligazón por el buen pitón derecho que le ofrecía Patrullero, que hizo tercero. Cuando tras varias tandas se enteró que, por ese pitón, ligando, se podía transmitir emoción, ya fue tarde. A la faena le faltó armonía, ritmo, cadencia y sobre todo ligazón.

Con el sexto bis de Mayalde, poco se le puede recriminar a Garrido, salvo que le faltó algo más de acople, pues el grandullón, -de casi 600 kilos-, algo se dejó en los inicios para, en breve frenarse y amenazar con coladas, como la que le propinó por el derecho.

Terminó la 32ª del ciclo con el sacrificio de seis toros, de los cuales dos se llevaron las orejas al desolladero y otros dos también, que bien podían haber sido paseadas. No haberlo hecho, -viento y frío al margen-, supuso una pérdida de oportunidad, convirtiéndose así, -en sentido figurado, -en  toreros muertos de contratos.

 

32ª de San Isidro: Toros de Fuente Ymbro (5º y 4º con opciones de tocar pelo y 3º y 2º a poco que se hubiera hecho un esfuerzo. El 1º deslucido) Y uno (6º bis) del Conde de Mayalde manejable a menos. Morenito de Aranda: Silencio y Silencio. Pepe Moral: Silencio y Leves Pitos. José Garrido: Silencio y Silencio.

 

Lo mejor:

La presencia, aunque desigual, de los toros de Fuente Ymbro y el juego de dos más dos, que dieron opciones para el triunfo de los toreros.

Lo peor:

La presencia del viento que hizo que la tarde fuera desangelada y fría, amén de ser un inconveniente para los toreros.

 

Cartel de la 33ª del Ciclo. Corrida de la Cultura: