Rajoy trata de evitar a toda costa dos errores que pueden resultar garrafales

La factoría electoral del PP está “a tope”. Cuadrar agendas, tanto de miembros del Gobierno como de las caras más conocidas del partido “siempre es una tarea complicada para todos los partidos y en esta ocasión, para nosotros, mucho más. Cuando se quiere peinar España, casi pueblo a pueblo, que es lo que queremos, hay que redoblar esfuerzos. El candidato no llega a todo pero entre todos debemos llegar a todos”.

En el PP se recuerda la campaña gallega que llevó a Nuñez Feijóo a la mayoría absoluta. “Solo faltó hablar con las vacas y ahora nuestra campaña no puede diferir mucho si queremos alcanzar entre el 30 y el 31% de los votos. El objetivo es posible y si se cumple tenemos garantizados ocho escaños más que perdimos por los famosos restos y estos restos es lo que hay que recuperar”.

Para ello, Mariano Rajoy está preparando “a fondo” el debate a cuatro del próximo lunes, conscientes de que “al menos en más de una ocasión serán tres contra uno”, con la atenuante de que los populares creen que este debate “también será aprovechado por Pedro Sánchez para marcar distancias con Podemos. Ese esfuerzo no lo tiene que hacer con Rajoy porque ni nos van a confundir y ya ha dicho otra vez que no”.

Con ser este un debate inédito al que el PP da la importancia “que se merece”, los populares han optado por reservar buena parte de sus energías para la última semana de campaña. Será en esta semana en la que Mariano Rajoy tendrá dos apariciones “importantes” en televisión—El Hormiguero y Susana Griso—y en la que los rostros más conocidos del PP asistirán a programas y entrevistas “casi en tromba”.

En paralelo, dirigentes del PP y miembros del Gobierno harán “una batida” por aquellas ciudades en las que los famosos “restos nos jugaron una faena el 20-D”. Valencia, Alicante, Granada, Almería, Zaragoza, Lérida, Málaga, Huelva son plazas consideradas como de “especial importancia” en la medida que “por muy pocos votos perdimos el último escaño”. María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, Pablo Casado, Cristina Cifuentes y Alfonso Alonso “tienen mucha tarea por delante”, según se indica desde Génova.

Un "prudente optimismo"

En Génova se respira un ambiente de “un prudente optimismo a tenor de lo que nos dicen las encuestas, pero todavía queda mucho partido por delante y hay que evitar dos errores que pueden ser garrafales. Por un lado, confiarnos y, por otro, aburrir a los ciudadanos”.

El temor al probable hartazgo de los ciudadanos es uno de los elementos que ha llevado al PP “a dosificar la campaña” llegando a la conclusión de que “la última semana va a ser una semana clave para todos y será en esta semana, en la que al parecer puede decidirse mucho voto, en la que vamos a estar especialmente presentes”.