| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Los centros de salud de Alicante están saturados por la falta de coordinación de la Consellería
Los centros de salud de Alicante están saturados por la falta de coordinación de la Consellería

Colas, colapso y caos en los centros de salud de Alicante

Médicos y personal de enfermería utilizan sus móviles para contactar con los pacientes por el bloqueo en las centralitas de los ambulatorios

| A. Maestre Edición Alicante

La vuelta a la nueva normalidad ha traído un enorme colapso a los centros de salud de Alicante para la atención de patologías habituales. Retomar los tratamientos abandonados durante la pandemia es necesario, pero la falta de personal en los puestos de administración hace que la gestión de las consultas sea un caos, con el consiguiente enfado de los usuarios que tienen que esperar varias horas hasta ser atendidos.

El calvario comienza desde el momento en el que el paciente se dispone a pedir una cita médica. El teléfono está saturado de llamadas y las aplicaciones informáticas son obsoletas y no dan abasto. Las centralitas no disponen de mensajes de espera y el teléfono suena y suena y nadie contesta. La desesperación de quien precisa atención médica se transforma en enfado e indignación con el sistema sanitario. La organización administrativa está bloqueada. La falta de comunicación no hace más que aumentar la descoordinación. Citas anuladas que no se notifican, aplicaciones que no funcionan y teléfonos que nadie descuelga. Médicos y personal de enfermería hacen uso de sus móviles para comunicarse con sus pacientes.

Algunos usuarios muestran su indignación en foros de redes sociales. En Alicante se habla a diario de esta paralización sanitaria. Silvia relata que “mi madre ha ido hoy al digestivo, y le han dicho que su médico está de vacaciones y que la atenderán el 21 de agosto y por teléfono. Tiene antecedentes de colon irritable y varias veces le han quitado pólipos. Para quitarse el sombrero ante nuestra S.S.”.

Yolanda indica que lleva “tres días mala con la espalda en la cama y aburrida de llamar, terminé llamando 112 y me llamó el medico en menos de una hora”.

Los médicos más veteranos confiesan que tienen que ajustar el tiempo por paciente para poder cumplir con la agenda asignada por las autoridades sanitarias: Ocho consultas presenciales y quince telefónicas, a las que se suman las urgencias que puedan surgir en el día. En total, un profesional médico atiende en un centro de salud a unas treinta personas diariamente, un paciente cada quince minutos. Con esta ratio de consultas no da tiempo a extenderse. Cuando se pide cita se debe indicar cuál es la patología o dolencia, para que el médico decida si el paciente precisa atención presencial o bastaría con unas indicaciones telefónicas. Aunque al enfermo le gusta estar delante de su médico, son los facultativos los que determinan la gravedad de la patología para asignar la cita en la consulta o de manera telefónica.

El personal de administración no da abasto porque no se ha reforzado con más empleados esta sobrecarga de trabajo. Atienden en el mostrador y hacen gestiones administrativas a pacientes a la vez que cogen el teléfono “pero no pueden hacer las dos cosas a la misma vez”, señala F.V., médico en un centro de salud de Alicante. Esta situación se debería haber reforzado con puestos exclusivos de atención telefónica, para dar una respuesta eficiente a los usuarios. Sin embargo, el esfuerzo añadido recae en personas que ya están saturadas de trabajo.

El facultativo alicantino señala que  “la principal queja es que a la gente no le cogen el teléfono y eso pasa porque es materialmente imposible”. Añade que “muchas veces tengo que comunicar algo al mostrador y tengo que bajar y decirlo en persona” porque no hay manera de que nadie descuelgue el teléfono en recepción.

Déficit de personal

Maite, enfermera en un centro de salud, señala que “la situación de ahora es una normalidad con los defectos de siempre, agravada por la pandemia”. No se cubren las vacaciones, médicos y enfermeras están sobrecargados de trabajo y hay un enorme déficit de personal". Ya han empezado los rebrotes en la provincia de Alicante y los profesionales de la salud se les va a intensificar todavía más el trabajo.

Preparados para fuertes rebrotes en septiembre

Los sanitarios de los centros ambulatorios han sido avisados para que estén preparados para volver a adoptar las medidas de seguridad y restricción del periodo del confinamiento. “Nos han dicho que se avecinan rebrotes importantes de la pandemia en la provincia de Alicante y que no podemos tomar vacaciones en septiembre”, señala la enfermera. Se ausentarán por turnos en julio y agosto sin que nadie cubra sus plazas,por lo que tienen que adelantar antes de irse y atender lo acumulado al volver.

La falta de atención a las patologías habituales ha agravado la situación de muchos pacientes a los que se les ha interrumpido el tratamiento, bien por miedo propio de la persona a acudir al centro o porque la saturación sanitaria los ha relegado a un segundo plano. La atención telefónica no da respuesta a las necesidades patológicas de muchos pacientes. Se están detectando lesiones a enfermos provocadas por la paralización en la atención a sus patologías. Aumentan las enfermedades y dolencias colaterales provocadas por la paralización, y la Consellería no hace nada.

Maite señala que “hemos tenido que echar mano de nuestros móviles por el colapso que hay en las centralitas de los centros de salud”. Ahora mismo en algunas especialidades se trabaja 50% presencial y 50% telefónico, y se augura que se vuelva a reducir las atenciones presenciales por los nuevos rebrotes de coronavirus. La situación también genera estrés y estados de ansiedad en el personal sanitario. Reclaman que se refuerce el sistema y que se tomen medidas efectivas para atender a las personas que necesitan tratar sus enfermedades, al margen de la covid-19.