La curiosa relación entre Manolo Lama y Fernando Simón "destapada" por Herrera

¿Tienen algo que ver Manolo Lama y Fernando Simón? Dos personas tan alejadas, con labores tan distintas, encuentran un punto en común que deja en buen lugar al primero y bastante mal parado al segundo. En otro de sus originales editoriales, Carlos Herrera ha encontrado el nexo para ilustrar irónicamente su contundente crítica al Gobierno con la pandemia:

"Fernando Simón sigue compareciendo cada tarde. Pero más para lucirse y posar que para anunciar medidas. Se ha convertido en un comentarista: Manolo Lama narra las vicisitudes del Real Madrid, y Fernando Simón las peores jugadas del coronavirus", dijo el periodista de la Cope para lamentar la indiferencia del Gobierno ante los inquietantes datos del día.

"Desde que se levantara el Estado de Alarma, el número de contagios nuevos diarios supera los 200. Ayer fueron 241, y en la víspera 257. Y cinco muertos contabilizados en las últimas horas. Son números muy parecidos a los de principios de marzo, cuando el Gobierno miró para otro lado y permitió", explicó.

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Y encontró una explicación a aquella actitud: "Con tal de no aplazar el 8M del “sola y borracha”, que se celebraran cientos de eventos multitudinarios en toda España, que las fronteras siguieran abiertas y que Barajas recibiera aviones, incluso de Italia, hasta el 10 de marzo. Por eso se produjo un contagio masivo. Y luego una mortalidad sin parangón", añadió.

"Ahora hemos aprendido algo nosotros: la autoprotección es, sin duda, la mejor medida para esquivar al virus. Pero quien no parece haber aprendido nada es el Gobierno. Pero nada más. Todo está en manos de las Comunidades Autónomas, dirigidas por tipos tan siniestros como Quim Torra.  O de otros como Urkullu que solo están pendientes de las Elecciones del domingo", se explayó.

Para llegar a un epílogo inquietante: "Los expertos anunciaron hace tiempo que sufriríamos una segunda oleada. Y dieron dos fechas: julio o el próximo otoño. Y que a estas alturas no sepamos si lo que estamos viviendo es otro rebrote masivo o un repunte controlable, resulta inaceptable. En el país de los 44.000 muertos, lo mínimo debería ser saber a qué atenerse. Pero no. Seguimos igual que en marzo: a verlas venir".