| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La Ley Electoral que García-Page quiere cambiar tiene sólo dos años y medio.
La Ley Electoral que García-Page quiere cambiar tiene sólo dos años y medio.

García-Page se delata y planea un "pucherazo" electoral para neutralizar al PP

Se ve que el socialista, además de gobernar, quiere ganar de una vez a Cospedal, ante quien ha perdido las tres últimas elecciones. El atajo que ha elegido ha desatado la tormenta política.

| Ana Isabel Martín España

Con la Sanidad de Castilla-La Mancha manga por hombro -en las últimas horas han dimitido los gerentes en Toledo y Guadalajara- y la oposición pidiendo la cabeza de su consejero, a Emiliano García-Page no se le ha ocurrido cosa más urgente que cambiar la Ley Electoral.

El presidente castellano-manchego se desmarcó este miércoles con un anuncio que anticipa tormenta política en la comunidad: antes de fin de año quiere tener listo un borrador de un nuevo Estatuto de Autonomía que incluya una nueva Ley Electoral, para lo que abrirá una ronda de contactos con los partidos.

Los populares creen que García-Page sólo pretende cerrar el paso al PP, que ganó en 2011 y 2015

El presidente regional no ha dado detalle alguno, pero los populares ya se malician que su único fin es perpetuarse en el Palacio de Fuensalida y cerrar el paso al PP, que tanto en las elecciones autonómicas de 2015 como en las generales de diciembre de ese año y junio de 2016 fue el partido más votado en Castilla-La Mancha.

Lo llamativo es que la anterior Ley Electoral tiene sólo dos años y medio de vida (se aprobó en julio de 2014), pero a los socialistas no les gusta porque fue promovida por el Gobierno de María Dolores de Cospedal. Ésta redujo de 49 a 33 el número de diputados de las Cortes regionales y estableció un reparto de escaños más justo entre las cinco circunscripciones atendiendo a criterios poblacionales.

Ya en su día, aunque la Ley Cospedal recibió elogios más allá de Castilla-La ManchaGarcía-Page la calificó de "golpe de Estado autonómico", "pucherazo", "atropello" y "vergüenza democrática". 

Tan mala no sería, puesto que apenas un año después el socialista se hacía con el Gobierno de Castilla-La Mancha y el Palacio de Fuensalida pese a haber perdido las elecciones. Cospedal obtuvo 16 escaños, se quedó a uno de la mayoría absoluta por un puñado de votos.

Podemos tuvo que callarse

Su Ley Electoral también había recibido críticas de los partidos pequeños porque decían que blindaba el bipartidismo... y resultó que por primera vez un tercero en discordia entró en el Parlamento regional, Podemos. Y Ciudadanos estuvo cerca.

Las suspicacias del PP son fundadas, dicen. Y recuerdan a ESdiario que no es la primera vez que el PSOE de Castilla-La Mancha cambia la Ley Electoral en beneficio propio.

De hecho cuando José María Barreda ganó las elecciones autonómicas de 2007, lo primero que hizo fue modificar la normativa para asignar un número par de escaños a todas las circunscripciones salvo a Ciudad Real.

¿Cuál era el truco? Que si el PSOE y el PP empataban a diputados en Cuenca, Guadalajara, Toledo y Albacete, Barreda se aseguraba que el desempate sería, casualmente, en su provincia natal y fortín de los socialistas (los populares nunca han ganado en Ciudad Real).

Ahora son los populares los que hablan de "pucherazo" y "cacicada".