| 25 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Cebrián ha olvidado los favores de la vicepresidenta.
Cebrián ha olvidado los favores de la vicepresidenta.

"El País" se cura el escozor con un aquelarre contra Soraya

El debate de Atresmedia arrolló sin piedad al organizado por el periódico de Prisa, que lo ha pagado golpeando a quien tantos favores debe en los últimos años.

| Manuel Ortega Medios
El País sigue sangrando por la herida de la licencia de TDT no concedida por el Gobierno de Mariano Rajoy. Una herida más pronunciada después de los datos de audiencia del debate organizado por Atresmedia, que colocan en una posición irrisoria a los del auspiciado por el diario de Prisa.
 
Tan sólo la televisión episcopal 13TV emitió dicho encuentro, obteniendo un 4% de cuota media de audiencia traducida en 775.000 telespectadores que contrasta con el 48,2% alcanzado por Antena 3 y La Sexta y los más de nueve millones de televidentes entre ambos canales.
 
Pero, además,
El País ni perdona ni recuerda las ayudas prestadas por la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría. En su edición de este martes, el periódico esconde en páginas interiores el debate y pone bastantes de sus esfuerzos en desacreditar a la representante del PP en el mismo.
El País ni perdona ni recuerda las ayudas prestadas por la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría. En su edición de este martes, el periódico esconde en páginas interiores el debate y pone bastantes de sus esfuerzos en desacreditar a la representante del PP en el mismo.
 
Así, la crónica del encuentro, firmada por Fernando Garea, titula con los ataques a la vicepresidenta por la corrupción del PP. La pieza se apoya en otras de análisis y opinión en las que Sáenz de Santamaría no sale bien parada. Para Iñigo Domínguez, en Soraya y lo peor, la aludida estaba "fuera de sitio", "degradada" y dando "siempre la sensación de estar ahí haciendo lo que podía, no lo que debía, porque no debía estar ahí".
 
"No podía más que poner cara de palo" ante las alusiones a la corrupción "vestida con una especie de abrigo de señora bien, clasicota", añade.
 
"El único mensaje tangible de Soraya Sáenz de Santamaría fue que le dan miedo los tripartitos. Ya Rajoy dijo el otro día que un pacto de PSOE, Ciudadanos y Podemos era lo peor. Lo peor, en realidad, fue que él no estuviera allí para enfrentarse a eso que es tan malo, o demostrarlo si fuera el caso".
 
También Rubén Amón, en Sin novedad en Doñana, apunta que "no estaría uno muy tranquilo en la piel Rajoy. Y no por dudar de las prestaciones de Soraya, expuestas con pedagogía, método, aplomo y hasta demagogia lacrimógena, sino precisamente por lo contrario. Tanto la vicepresidenta aprovechó la sustitución en el desafío del prime time, tanto podría postularse a la plaza de la titularidad, especialmente si Rajoy representa un obstáculo a esos pactos poselectorales que anoche, de momento, no llegaron ni a esbozarse". Así airea, sin citarla, la llamada Operación Menina.
 
Incluso en la edición digital El País da cancha a un post de Ernesto Ekáizer donde califica a la vicepresidenta como el "alter ego" de Mariano Rajoy y le achaca todo tipo de males.