Irene Montero se mete en un lío para decir que es republicana y aplaude al Rey

Contradicciones y más contradicciones. Ese es el día a día de Unidas Podemos desde que forma parte del Gobierno. Y es que, su discurso antisistema y antimonárquico, ese que pregonaban desde las plazas y en las manifestaciones, es difícil de sostener cuando se pasa de una acampada en la Puerta del Sol a acomodarse en una bancada azul en la primera fila del Congreso y vivir en un casoplón en Galapagar.

La última ha sido al respecto de la negativa de Podemos a hacer público el historial del agente franquista, Billy el Niño, un asunto que siempre ha sido capital para Podemos, que incluso hizo llorar a Iglesias, pero que por su exceso de celo con el gobierno de coalición ha supuesto una nueva contradicción para la formación morada y tal y como cuenta ESdiario, un buen rapapolvo para Pablo Echenique.

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Por ello, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha intentado excusarse por la dirección del voto ante la avalancha de críticas recibidas. "Cometimos un error, además, que nos ha avergonzado y en cuanto nos dimos cuenta, nuestro portavoz parlamentario salió a subsanarlo", ha explicado en una entrevista en la cadena Ser.

Además, ha añadido que "nos equivocamos al analizarlo. Cometimos ese error, teníamos que haber votado a favor de que se pudiera publicar esa hoja de servicio de ese torturador". Sin embargo, rebajar la trascendencia del asunto, ya que considera que "el error de Billy el Niño es importante, pero lo más importante es el acuerdo de Gobierno para quitarle las condecoraciones".

Aplausos al Rey

Y en esta senda de la contradicción en la que ha entrado Podemos, están los aplausos al Rey que tanto han dado que hablar desde que Pablo Iglesias y los demás miembros de Podemos integrantes del Gobierno ovacionaron a Felipe VI en la apertura de la legislatura. Para Montero, el hecho de formar parte del Ejecutivo supone que haya que "respetar al jefe del Estado como no puede ser de otra manera", afirma.

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Y prosigue: "Es una muestra de respeto institucional, de cortesía, incluso forma parte de los valores del republicanismo. Si para llevar a cabo una ley hay que aplaudir al rey, vamos a hacerlo sin ningún género de dudas".

Sin embargo, se mantiene en su ideología republicana, asegurando que "tú puedes tener los mismos principios pero cuando uno está en la política institucional ve las cosas desde diferentes perspectivas. No se trata tanto de cambiar de opinión como de asumir el rol que te toca".