Ciudadanos se reorganiza: entre el debate interno y el apoyo al estado de alarma

Ciudadanos en la Comunidad Valenciana tiene deberes exhaustivos para los dos próximos meses: cambiar su estructura autonómica y provincial e intentar llevar esa reorganización también al máximo número de ejecutivas locales. Esta situación se produce cuando el apoyo a la continuidad del estado de alarma ha azuzado un importante debate interno sobre la conveniencia de esa medida y, principalmente, sobre si en la práctica se puede percibir como un viraje de apoyo al PSOE.

A falta de recibir desde la dirección nacional las líneas maestras para ejecutar esa reestructuración, los cambios ya comienzan a perfilarse. La figura de coordinador sustituirá, en cuanto a peso jerárquico, a la del portavoz, que tenía nulo protagonismo más allá de hablar en nombre del partido.  Sería lo más aproximado a la clásica figura de presidente o secretario general en otras formaciones, pero más limitada. Por ejemplo, la mayor parte de su equipo, sobre todo a escala autonómica, será aprobado por el Comité Ejecutivo Nacional. 

Sí, el nuevo coordinador podrá nombrar a una porción de su ejecutiva, aunque será minoritaria. En conjunto se mantendrá el equilibrio de los actuales sectores, aglutinados en torno al secretario de Acción Institucional, Jesús Gimeno; al síndic, Toni Cantó y al secretario de organización, Emilio Argüeso, sin olvidar el peso del actual portavoz autonómico y líder en Valencia, Fernando Giner.

Dentro de este reparto, una de las grandes incógnitas la constituye el nombre de la persona que sustituirá a Argüeso al frente del área clave de organización. Ese relevo también podría extenderse a otras provincias. En la de Valencia, por ejemplo, su responsable, Juan Córdoba, lleva meses centrado sobre todo en su actividad médica, con la asistencia justa a la Diputación provincial como diputado y con un perfil en redes desmarcado de sus cargos políticos.

Abandonos y críticas

Ciudadanos tendrá que afrontar estos meses cruciales a nivel autonómico con el peso de la decisión tomada por la dirección nacional de apoyar otra prórroga del estado de alarma a propuesta del presidente del Gobierno. Esto le ha valido duras críticas externas con una campaña orquestada desde Vox e incluso abandonos como el del ex diputado nacional Juan Carlos Girauta, muy allegado al expresidente Albert Rivera y fiel a su táctica de tener al PP como socio preferente.

En la Comunidad Valenciana podría producirse alguna marcha a rebufo de esas decisiones de ámbito nacional. También, y sobre todo, por las divisiones internas en el partido, que ya provocaron meses atrás la aparición de la denominada Tercera Vía, de concejales que pedían un cambio. 

Situación en Castellón

Esta situación se ha agravado con una revuelta en Castellón, con el órdago lanzado por referentes como el coordinador local en la capital de la Plana, Félix del Pozo, o la arremetida en redes de Vicente Tirado, pareja de la concejal castellonense Paula Archelos, contra la dirección del partido, con avisos de abandono incluidos.

La dirección autonómica, con el respaldo de la nacional, ha decidido llevar a cambios importantes en la estructura de esta provincia, que acarrearán una pérdida de poder interino del sector que aglutina Del Pozo, padre del diputado autonómico Eduardo del Pozo. Le acusan, entre otras cuestiones, de plegarse a intereses empresariales y no primar los del partido.

Esa reestructuración podría fragmentar la representación castellonense en Les Corts, en la que destacan la portavoz adjunta, Merche Ventura, o el diputado Vicente Fernández, cercanos a la dirección autonómica del partido, frente al citado Del Pozo o a Cristina Gabarda.

En cualquier caso, Ciudadanos pretende acelerar sus cambios internos para centrarse, una vez realizados, en potenciar su marca de partido y tratar de volver a conectar con el electorado que le dio la espalda en noviembre del pasado año después de haberle apoyado seis meses antes, en las elecciones de abril.