Casado consigue llevar a su terreno a un presidente grogui y pone sus normas

El encuentro virtual entre Pedro Sánchez y Pablo Casado de este lunes por la mañana sirvió como cierta desescalada de la tensión entre el Gobierno y el principal partido de la oposición de los días previos, sobre todo en las formas. 

No obstante en el fondo las posiciones y pretensiones de uno y otro siguen alejadas, puesto que donde Sánchez invoca un pacto de Estado para reconstruir el país manteniendo -y esto no es negociable- su coalición de gobierno con Unidas Podemos, Casado ve un intento del presidente de que el PP apuntale su "plan de legislatura a medio plazo".

Empezando por el voto del PP para los Presupuestos de 2021 (el Ejecutivo ha renunciado a los de 2020), para los que Casado ya adelantó este lunes que "va a ser difícil que cuenten con el apoyo del PP".

Con todo, el líder de los populares jugó sus cartas durante una conversación de algo más de una hora y llevó a Sánchez a su terreno: consiguió que el presidente reconduzca su propuesta inicial de una Mesa para la Reconstrucción Social y Económica para que ésta sea una comisión parlamentaria. 

Una donde se llegue a "acuerdos sectoriales", a "pactos puntuales", en palabras de Casado, ya sea en materia de pensiones, de educación o cualesquiera. Pero no a un pacto global. "Encontrará el hombro del PP en el Parlamento", sostuvo Casado.

Y Sánchez recogió el guante, muy tocado como lo está: "El presidente del Gobierno considera positiva esta propuesta, a la espera de que sea consensuada", informó después la Secretaría de Estado de Comunicación.

La contrapropuesta del PP se debe a que los populares se temían que esa mesa extraparlamentaria que pretendía el presidente del Gobierno diluyera el peso del principal partido de la oposición al equipararlo al resto de formaciones y a los agentes sociales, comunidades y ayuntamientos, puesto que la idea inicial de Sánchez era meter a todos ellos.

"Si se hace una mesa fuera del Congreso sería como meter en un campo de fútbol a jugar juntos a futbolistas, tenistas... Podemos estar todos con la misma camiseta, pero debemos jugar todos la misma disciplina", comparó. 

Casado no quiso anunciar abiertamente si el PP votará a favor de la nuevo prórroga del estado de alarma que se debatirá en el Congreso el miércoles (como lo hizo con las dos anteriores), pero de sus alusiones a la responsabilidad y altura de su partido se dedujo que sí lo hará. 

Eso sí. Como en las anteriores ocasiones, el líder de la oposición puso una serie de condiciones que Sánchez, según Casado, recibió de buen grado. En primer lugar, en el ámbito de la emergencia sanitaria el presidente del PP pidió material inmediato para los sanitarios y el resto de trabajadores que no estén en casa, tests masivos de una vez, un recuento fidedigno de los fallecidos y la declaración de luto oficial de forma inmediata. 

Sánchez decretó por Rubalcaba el luto nacional que ahora niega a 14.555 muertos

En el ámbito económico pidió la prestación inmediata a los 3,5 millones de afectados por ERTE, liquidez para pymes y autónomos, una paga extraordinaria para los sanitarios, pago del sueldo bruto a trabajadores de sectores esenciales y la exención del pago del impuesto de sucesiones y donaciones a los familiares de los fallecidos. 

Y en último lugar, en el apartado de libertades públicas, demandó a Sánchez que reabra el Portal de la Transparencia y que cuelgue en él las actas de las reuniones de expertos en las que después el presidente ha ido basando sus decisiones. Así como que se se garantice la neutralidad del Gobierno en su relación con los medios de comunicación y en RTVE y que den explicaciones sobre la "censura" en las redes.

"Esto no es una guerra, no hay dos bandos. Y yo no soy el del no es no", resumió Casado.