| 23 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Gente mayor necesita mayor protección

Ahora el típico engaño es la venta de un colchón a plazos, en la que te dan regalos que no valen ni céntimos de euro  y hacen firmar al anciano un contrato de venta para un año o dos

| Enrique Arrúe * Edición Valencia

Muy a menudo, más de lo que nos gustaría, vemos cuando estamos trabajando la cantidad de estafas que se producen a personas mayores, ancianas. En cada servicio vemos como cada vez que nos llaman y nos personamos en un domicilio y la anciana o anciano ya han sido estafados (O les han robado) llorando y desamparados porque no saben qué hacer, y algunos de estos sin los apoyos familiares pertinentes porque están solos.

Son unas situaciones que se dan muchísimo en nuestros municipios por determinados grupos de gentuza que acostumbran a detectar víctimas, la más vulnerables, fáciles para el delincuente, y que tienen un factor de asegurar la estafa o el robo, ese es su modus operandi. 

Me da mucha vergüenza ver la falta de información que existe al respecto y ver también que estas personas extremadamente vulnerables vuelven a ser estafadas con diversas artimañas preparatorias (un plan desarrollado) para que el depredador consiga dinero de la forma que sea. Estas personas son capaces de todo y, obviamente, sus trabajadores son seleccionados por ciertas empresas que una vez consultadas son legales, incorrectas tal vez, pero legales, que intentan siempre que la persona firme un albarán, o factura con la que se excusan argumentando que la persona ha consentido varias cosas:

Les ha dejado voluntariamente entrar en el domicilio.

Ha firmado un albarán, factura o nota con todo tipo de detalles y colores (que forman parte de la estafa, no sabiendo ni que están firmando).

Hay conformidad del servicio con el cliente (en este caso la anciana o anciano) o eso es lo que manifiestan estos estafadores.

Han contactado telefónicamente con la anciana o anciano y han confirmado su personación en el domicilio y lo han consentido (incluso graban la llamada).

Manifiestan que son subcontratas de empresas legales, o con el debido apoyo legal.

Precisamente hay que concienciar a nuestros vecinos y tenemos que trabajar todos para  la prevención del delito, incidir en que nuestros mayores (algunos ayuntamientos ya lo hacen) no contacten con nadie que les llama prometiendo ventajas, regalos, descuentos, o promesas de mejoras (porque nadie regala nada por nada), ni abran sus puertas a nadie aunque sean jóvenes guapos vestidos con gusto, o incluso uniformados.

Aunque la realidad es que algunos se presentan tal y como son, pero tienen una verborrea que convence y que normalmente refuerzan con regalos (unos pendientes, anillos, relojes, pulseras, perfumes, cremas, máquinas de cocina, bolsos, incluso viajes) que poco después se dan cuenta de que no vale nada, o no llegan nunca. 

En las reclamaciones vecinales cuando identificamos a este tipo de supuestos trabajadores y pedimos sus antecedentes penales sorprendentemente el 85% los tiene, algunos por temas de ámbito familiar (maltratos o violencia) y la mayoría por defraudaciones, hurtos e inclusive algún robo y otros es increíble la cantidad de antecedentes que tienen.

Por otra parte casi el 99% de los que se les pide las hojas de reclamaciones que marca la normativa tampoco las llevan encima, argumentando un montón de escusas como: Eso lo lleva mi responsable, creo que está en el coche pero lo tengo lejos,  voy a llamar por teléfono a mi empresa, o llevo solo dos meses en la empresa (las típicas contestaciones).

Cuando pides si llevan el carnet de instalador o sin son un simple servicio de mantenimiento (lo típico que cambian la gomita del gas por 100 euros) la sorpresa es que casi ninguno son instaladores. Ahora el típico engaño es la venta de un colchón a plazos, en los que te dan bisutería de plomo bañada en color de oro u otros regalos que no valen ni céntimos de euro  y hacen firmar al anciano en cuestión un contrato de venta para un año o dos.

La estafa es que adelanten 50 o 100 euros y que firmes un papel muy bien elaborado en la imprenta, que es parte del engaño. Cuando vas a la oficina del consumidor te asesoran en cuanto a la legalidad del contrato, pero el anciano se ha quedado sin los 50 o 100 euros, y en ocasiones si tienen más dinero en casa mientras uno te despista hablando, el otro que le acompaña te quita todo el dinero y las joyas si las hay (porque son verdaderos profesionales en localizarlo).

También se da el caso de ancianos que se dan cuenta que han sido estafados y que por miedo a que los desconocidos que tienen en casa les agredan, se callan. Algunos son agredidos y los delincuentes se cambian de aspecto, de modo que es complicadísimo localizarlos cuando huyen con el vehículo que les está esperando, casi imposible sino te lo indican testigos. 

Pensamos que es una forma de maltrato aprovechándose el delincuente de la superioridad de una persona joven sobre las personas mayores muchas de ellas enfermas, con una alevosía en todo su contexto, y la oportunidad mediante el engaño y la falta de medios para luchar contra esto, que puede no parecer importante porque afecta tal vez más a la población pobre u humilde. Son necesarias las medidas y sobre todo la erradicación total de aquellas empresas buitre, carroñeras, que están viviendo de las estafas como lo hacen algunas compañías de telefonía móvil o de internet y que mediante el soporte legal, están continuamente robando a los ciudadanos con tejemanejes y que los gobiernos permiten. 

 

*Oficial de Policía Local y Grupo EmeDdona