| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El pobre currículum de la "vicepresidenta Montero", la nueva Bibiana Aído

La portavoz de Unidas Podemos no ha tenido responsabilidades en la administración, ni la conoce, ni tampoco ha manejado un euro de dinero público. Su experiencia de gestión es cero.

| Laura Moro España

"Vicepresidencia florero para una mujer florero". El tuit que este martes colgó la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo después de que Carmen Calvo reconociera públicamente que aceptaban a Irene Montero en el Gobierno ha levantado una enorme polvareda en las últimas horas. 

 

Por las formas pero sobre todo por el fondo. ¿Está la portavoz parlamentaria de Unidas Podemos preparada para asumir una vicepresidencia en el Gobierno de España a sus 31 años? 

Formación tiene, puesto que está licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid y tiene un Máster en Psicología de la Educación también allí. Sin embargo, experiencia de gestión le falta toda.

De ahí que haya quienes ya la comparan con Bibiana Aído, la exministra de Igualdad que fichó José Luis Rodríguez Zapatero en su segunda legislatura y cuyo punto a su favor era ser joven y venir de una familia socialista gaditana con pedigrí.

Aído se convirtió entonces en la ministra más joven de la democracia, curiosamente también a los 31 años, aunque le duró poco más de dos años: cuando llegaron los recortes al Gobierno de Zapatero, lo primero que hizo el socialista fue suprimir el ministerio de Aído y rebajarlo a Secretaría de Estado.

Antes de asumir cargos en Podemos, Montero trabajó como cajera en una cadena de tiendas de electrónica y electrodomésticos, Saturn. Al menos ella sí ha tenido una nómina al margen del sector público, aunque fuera por poco tiempo. Un año. 

Después comenzó su meteórica carrera política, una vez que decidió dar el salto de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca a Podemos, tras las elecciones europeas de 2014 (cuando Podemos obtuvo por primera vez representación institucional). 

Poco más tarde, antes de acabar 2014, Montero ya era jefa de Gabinete de Pablo Iglesias. Y un año después, diputada. La caída en desgracia de Íñigo Errejón la encumbró a la Portavocía del partido en el Congreso. Y de ahí a ejercer como número dos de facto, a pesar de que sobre el papel lo era entonces Pablo Echenique (ahora, Alberto Rodríguez). 

Nunca ha gestionado un euro de dinero público ni conoce los entresijos de la administración pública. Más allá de que recibe un sueldo del Estado desde que entró de diputada tras las elecciones generales de diciembre de 2015.  

Cuando Pedro Sánchez se presentó a su primera investidura en el invierno de 2016 e Iglesias le exigió públicamente ser él vicepresidente y tener varios ministros, en esa comparecencia ya estaba Montero. 

De hecho, de esa fotografía en la que aparecían ellos dos, Errejón, Carolina Bescansa, Xavier Domenech, Victoria Rosell y José Julio Rodríguez, solo cuentan hoy la propia Montero y Rosell, para quien Unidas Podemos querría competencias en Justicia.