La ira desatada de Lydia Lozano acaba con el corte de mangas perfecto

Muchas cosas están a punto de cambiar en Sálvame. Y los colaboradores del programa estrella de la sobremesa patria empiezan a temblar pensando qué será los que se avecina. Y que todavía no se han desgranado.

Tan sólo se puede saber que, en breve, desaparecerá Paz Padilla del día a día y volverá un Jorge Javier Vázquez, menos motivado, pero resignado a hacerse de nuevo con el control del gallinero de la cadena amiga.

Aunque, entre todos ellos, hay cosas que no cambian. Que se han convertido en propias del programa y que, por más que se besen, abracen y reconcilien, seguirán metiéndose en problemas y peleándose como si no hubiera un mañana.

En ciertas ocasiones, tanta pelotera y tanto enfrentamiento pasa factura y éste parece el caso de Lydia Lozano, que ha empezado a ver a Telecinco cómo la mano que le da de comer y no dónde le quedan amigos entre Belén Esteban, Chelo, Kiko Matamoros, Terelu o, menos aún, Mila Ximénez.

Eso sí, entre sus compañeros de corrillo no quedará ni un íntimo, pero no se puede decir lo mismo de otros que por allí pululan. Algo que hemos podido comprobar en la reciente celebración del cumpleaños de su marido, Charly.

Corte de mangas

El arquitecto Carlos García-San Miguel, más conocido como Charly y, mucho más, por ser el marido de Lydia Lozano acaba de cumplir sesenta y cinco años y su mujer lo ha acreditado por todo lo alto.

La celebración ha tenido lugar en el Hotel Room Mate Oscar, en Madrid, muy cercano a Gran Vía y en el que los asistentes disfrutaron de un cocktail y de unas copas alargadas en la noche. Todos, debían ir de etiqueta, smoking ellos y muy elegantes ellas.

Pero cuando decimos todos… no nos referimos, como hemos dejado claro, a los compañeros de corrillo de Lydia. De esos, ni uno. NI Gemma, ni Paz, Belén o Mila…. Ni uno sólo. Eso sí, otros rostros conocidos, muchos… Ha vuelto a repetir la historia del propio cumpleaños de Lydia.

No se quisieron perder el cumple de Charly, el dueño del Room Mate, Kike Sarasola, o los compañeros de la cadena Carmen Alcayde u Omar Suárez. Al resto, como ha pensado en más de una ocasión Lydia, este desplante era la mejor manera de devolverles lo mucho que ha llorado por su culpa.