Rajoy y el PP velan armas y preparan un duro escarmiento a Rivera en campaña

Una vez conocido el resultado de la consulta de Podemos a sus bases, ahora sí a Mariano Rajoy le tocaría mover ficha en estos seis días que quedan hasta el inicio de la tercera ronda de consultas de Felipe VI.

Ello significaría llamar a Pedro Sánchez. Pero el presidente en funciones está tan convencido de que España se encamina nuevamente a las urnas -pese a que en su partido hay quienes temen un pacto de izquierdas in extremis- que ni siquiera tiene claro eso de reunirse con el líder del PSOE para simplemente hacerse la foto.

Rajoy más que nadie está, pues, en modo campaña. En una que será distinta a la anterior. Porque, aunque de momento los populares velen armas, esta vez la ofensiva contra Ciudadanos va a ser más mucho más encarnizada que en la campaña del 20 de diciembre, aseguran fuentes populares a ESdiario.

Y Rajoy se pondrá a la cabeza de esa acometida. Su entorno traslada a este periódico que el candidato del PP y todo el partido detrás van a exprimir su mejor baza: la del acuerdo de Albert Rivera con Pedro Sánchez, que los populares interpretan que ha defraudado y/o indignado a buena parte de los votantes de C´s.

A aquellos que creyeron que el partido de Rivera era de centro derecha y después se encontraron con que éste pactaba con el PSOE un documento en el que se habla de subida de impuestos y que supone prácticamente una enmienda a la totalidad de la gestión del PP en estos cuatro años de gobierno.

Las encuestas no se ponen de acuerdo sobre el número de exvotantes del PP que votaron a Ciudadanos el 20-D, pero se estima que no menos de un millón y medio. Los populares intentarán tocarles la fibra para recuperar a todos los que puedan. No van a escatimar calificativos ni esfuerzos. 

En los días posteriores al acuerdo PSOE-C´s los populares recibieron más de una decena de argumentarios internos contra Rivera

Cuando Albert Rivera pactó con Pedro Sánchez el "sí" de C's a la investidura del socialista, un 24 de febrero que ahora queda muy lejano, el PP cargó a cañonazos contra el partido naranja. De hecho en los días posteriores los cargos públicos populares recibieron más de una decena de argumentarios internos con críticas a la incoherencia de Rivera, al que han llegado a llamar "pichón", "muleta" y "correveidile" del socialista, entre otras cosas.

Una vez que Sánchez fracasó en su investidura el PP bajó la intensidad contra C´s, aunque siempre ha mantenido unos niveles mínimos. De hecho este mismo lunes su vicesecretario de Organización y Electoral, Fernando Martínez Maillo, se preguntaba en una rueda de prensa si "Sánchez y Rivera van a ir juntos a las elecciones" y les pedía que en caso afirmativo lo digan abiertamente.   

En cuanto el cronómetro electoral vuelva a ponerse en marcha el PP levantará el hacha de guerra. Rivera, dicen, se merece un escarmiento.