| 27 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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¿Van a subir ya los tipos de interés?

Los bancos no ganan un euro con los intereses por los suelos: esa anómala situación puede cambiar dentro de un año, aunque sea una mala noticia para el resto.

| ESD / EP Opinión

¿Subirán los tipos de interés al corto plazo? Noparece probable, lo que supone un alivio para las familias, una tortura para los bancos y un enorme balón de oxígeno para el Gobierno: con otro coste del dinero, el importe que los Presupuestos Generales deberían de soportar para costear la formidable deuda española, superior al billón de euros equivalenta a más del 100% del PIB, sería un baldón difícil de aguantar. Y provocaría, sin duda, subidas fiscales o recortes en los servicios para ahorrar de ahí el sobreprecio de la factura.

Los bancos no ganan dinero con la política de intereses cero: sólo por eso, hay que aceptar que subirán sin duda

Pero a medio plazo, sí que es muy probable que haya incrementos que, de hecho, ya aplica desde hace tiempo la Reserva Federal de los Estados Unidos, que suele marcar el camino que luego acaba siguiendo Europa. Y así lo cree una voz autorizada, aunque interesada: el consejero ejecutivo de BBVA, José Manuel González-Páramo, ha augurado que la primera subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) se producirá a finales de 2018, después de mantener una tendencia a la baja desde 2011, hasta situarlos en el 0% en marzo del año pasado.

En su intervención en la XXXIII Reunión del Círculo de Economía en Sitges, González-Páramo ha argumentado que las condiciones en las que se desplegó la política monetaria extraordinaria del BCE están "empezando a desaparecer", ya que el riesgo de deflación ha quedado atrás, se ha normalizado el sistema financiero y se han reforzado las regulaciones financieras, lo que permite modificar dichas políticas y entrar en una fase de normalización.

"El BCE no puede actuar solo frente a la crisis y ya va siendo hora de que otras autoridades den un paso adelante y tomen el relevo", ha considerado, y ha augurado que probablemente en otoño el BCE anunciará una reducción adicional de la compra de activos y que a medidos del año que viene se eliminarán por completo, por lo que se verá la primera subida de los tipos a finales de 2018.

El BCE no lo descarta

De hecho, y en la misma línea pero con menor claridad, se ha pronunciado el Banco Central Europeo esta misma semana, al recalcar que su política de tipos cero para estimular la economía "tiene límites".

Su vicepresidente, Vítor Constâncio, ha asegurado en su informe 'El marco de la futura política monetaria' publicado el pasado jueves que la política monetaria no convencional llevada a cabo por la entidad comunitaria responde al objetivo concreto de estimular la economía y que solo debería ser utilizada en circunstancias extremas, no como una herramienta habitual de los bancos centrales.

 

Luis de Guindos, ministro de Economía clave en el sector

En concreto, los tipos de interés negativos buscan impulsar la demanda agregada de los países pertenecientes a la eurozona, estabilizar la tasa de inflación y corregir la brecha de producción, para volver a niveles de crecimiento normales tras una recesión "especialmente grave".

El éxito de los tipos negativos como herramienta de política monetaria en la zona euro y en otros países como Dinamarca, Suecia, Suiza o Japón "puede provocar que se conviertan en parte de instrumentos típicos de los bancos centrales para combatir recesiones".

Los expertos pronostican subidas en 2018, lo que encarecerá la factura de la deuda española y avalará las subidas fiscales

Si bien, Constâncio ha explicado que el uso de tipos de interés negativos "tiene un límite", ya que también generan efectos "contraproducentes" para la economía, especialmente sobre la rentabilidad de los bancos. Se trata de un umbral al que los economistas llaman "reversal rate", el territorio en el que los tipos a cierto nivel por debajo de cero comienzan a ser perjudiciales.

El BCE estableció por primera vez un tipo de interés nominal negativo en junio de 2014, concretamente a -0,10%, para más tarde, en marzo de 2016, profundizarlo hasta el -0,40% y mantenerlo así hasta la actualidad.

Penalizar a la banca

Con la aplicación de esta política monetaria, la entidad europea ha intentado, entre otras cosas, incentivar la oferta de créditos por parte de los bancos penalizándoles a ese tipo negativo el exceso de reservas.

En lo que se refiere al programa de Quantitative Easing (QE), Constâncio explicó que también ha sido una herramienta "efectiva" tanto en los Estados Unidos como en la eurozona.

Ambas herramientas, tanto los tipos de interés nominales negativos como el QE, han sido dos instrumentos de política monetaria utilizados por el BCE para hacer frente a la crisis, después de agotar las posibilidades de los tipos de interés a corto plazo y su efecto sobre los tipos a largo plazo.

En resumen, si elnegocio de los bancos es prestar dinero y ahora pierden al hacerlo, necesariamente retornarán los días del beneficio. Aunque eso, en el ámbito personal, vaya a ser una mala noticia para particulares, empresas y Administraciones.