Málaga CF 1- Valencia CF 2: La fe mueve montañas

Una ráfaga con dos fogonazos en los últimos diez minutos. Es todo lo que necesitó un, en la mayor parte de encuentro, espeso cuadro de Marcelino para herir de muerte a un cada vez más hundido Málaga CF. Durante los tramos precedentes, la versión valencianista no fue muy distinta de aquella a la que nos tiene acostumbrados durante la última fase de la temporada; en ataque cadencioso en lo que concierne al movimiento de balón y excesivamente dependiente del peligro que pueda generar Gonçalo Guedes, mientras que defensivamente se volvía a incidir en los mismos errores (en particular en acciones a balón parado) de las últimas semanas.

Y en una de esas desaplicaciones de la zaga, el nuevo punta malaguista Ideye rentabilizaba a los 27 minutos el remate que la retaguardia che le concedía dentro de el área pequeña a la
salida de un córner. Pero aún pudo ser peor; ya que poco después del inicio del segundo tiempo iba a tener lugar otra acción a balón parado mal defendida por el Valencia, en la cual Diego González batía a Neto en un lance que podría haber sido decisivo para el desenlace final de no decretar el colegiado un dudoso empujón previo de El Nesyri que propiciaba la anulación del tanto.

El Málaga (a perro flaco todos son pulgas) no iba a dejar ya de acusar el golpe, dejando como dominador claro del choque a un conjunto de Marcelino que ya para ese entonces contaba con la artillería que Zaza y Rodrigo le pudieran ofrecer desde el banquillo a la hora de plasmar su asedio en goles.

Sin embargo, llegados al minuto 80, fue Coquelin (cada vez más asentado desde su incorporación) quien iba a sacar el máximo rédito de un saque de esquina magistralmente botado por Dani Parejo para sumar el primer gol en su cuenta particular en los últimos cinco años, ahondando así en el aprovechamiento de un recurso a través del cual están los de Mestalla sacando petróleo en las últimas fechas.

A pesar del escaso tiempo que restaba para el final, las consecuencias de la acción fueron varias; pero la más notable hay que buscarla en forma de descomposición de un Málaga CF que hasta ese momento sí había sido capaz de trabajar su vertiente defensiva de manera coherente. Los espacios empezaban a aparecer y eso no lo podía perdonar Guedes. El portugués fue capaz de filtrar un magnífico envío en profundidad a un Rodrigo que no podía sino ser derribado por el ex central del Arsenal Ignasi Miquel a la hora de evitar su diana.

Parejo sólo debía golpear el balón como el sabe para poner a falta de cuatro minutos un doloroso marcador de 1-2 para unos locales que ya comienzan a planificar la próxima campaña en segunda división... Y así fue, demostrando que al Valencia le es suficiente con el hecho de creer en la victoria. Aunque su fútbol no sea, ni mucho menos, el del mes de octubre.