La falta de ayudas institucionales amenaza la continuidad del histórico Claret

Por desgracia el deporte de base nos sigue deparando este tipo de descorazonadoras historias. En esta ocasión, el damnificado es el histórico Picken Claret, radicado en el barrio de Benimaclet y, de forma paradójica, inmerso en su mejor etapa de resultados deportivos durante los últimos tiempos. No obstante, la posibilidad de seguir compitiendo a alto nivel da la impresión de alejársele.

Buena dinámica deportiva tanto en el apartado femenino como en el masculino

De manera contradictoria, la vertiente estrictamente baloncestística más positiva no podía resultar.  Así lo reflejan sus resultados más inmediatos de los claretianos. El ascenso de la sección masculina a la Liga EBA, tras una magnífica fase de ascenso culminada tras un épico encuentro final en el que los amarillos vencen después de cuatro prórrogas al Ifach Calpe, se unía a la destacada andadura de unas féminas que pelearon hasta el final en pos de un poco menos que impensable ascenso a la máxima categoría de la Liga Día hace ahora poco más de un año.

La presente temporada también puede calificarse de satisfactoria para un joven conjunto valenciano que, en su vertiente femenina, certificó sin excesivos agobios el objetivo de permanecer en Liga Femenina 2 una campaña más. La presencia de Jana Raman, semifinalista del pasado Mundobasket de España como integrante de la selección belga, contribuyó en gran medida a consolidar aún más a un conjunto que tenía precisamente en la pívot internacional, ya contratada por Valencia Basket para el próximo curso y compañera sentimental del base Sam Van Rossom, a su principal referente a la hora de asegurar esa plaza. Una muestra más de que la sintonía entre ambos clubes no se limitaba únicamente al trabajo de cantera.

Las instituciones, desgraciadamente ajenas a esa progresión

Y es que el crecimiento lleva siempre aparejado un panorama económico libre de nubarrones. Exactamente lo contrario de lo que se cierne en torno a un Picken Claret que, según palabras de su presidente, Juan Fuentes, podría "perder el acceso a estas ayudas, cuando ya se nos deben más de 35.000 euros". La exigencia de generar no menos de 50.000 euros por temporada, sólo en concepto de licencias y desplazamientos, no haría sino redundar en esa sensación asfixiante; algo que condenaría, salvo solución de última hora, a la entidad a renunciar a su bien conquistada sobre la cancha participación en ambas categorías de ámbito nacional. Situación comparable a la que viven otros clubes de élite, especialmente en el balonmano, dentro del espectro de deporte femenino valenciano.

La búsqueda de un nuevo sponsor como clavo ardiendo

Después de algunas tentativas fallidas en los años precedentes, la entidad de Benimaclet parece ya mentalizada de la necesidad de encontrar esa esponsorización que permita sufragar los gastos que categorías elevadas requieren. Consciente de la dificultad, el propio presidente alerta de ello: "Se tiene que haber encontrado una solución en un plazo de dos o tres semanas; en caso contrario, la falta de ayuda privada nos llevaría a tomar medidas". Desafortunadamente éstas resultarían drásticas, pendiendo de un hilo la integración de los conjuntos del club claretiano en las ligas en las que con tanto esfuerzo se han ganado el derecho a tomar parte.

Por otro lado, la labor de formación no se verá, de ninguna de las maneras, interrumpida. Aunque con la élite  -tal vez - un paso más lejana, la entidad no se plantea renunciar a lo que hasta ahora ha venido siendo su santo y seña: el trabajo de cantera.