El segundo objetivo de Garzón pone en jaque a un sector que factura mil millones

Basten estos dos datos para conocer el sector en el que Alberto Garzón se dispone a entrar en su faceta de ministro de Consumo. El sector del juguete en España facturó en 2018 un total de 1.156 millones de euros y dio empleo a casi 25.000 personas.

Un sector que no deja de crecer cada año y que exporta a toda Europa y Estados Unidos. Sin balance cerrado aún sobre las ventas tras la pasada Navidad y la última campaña de Reyes, los empresarios esperaban un aumento de la facturación del 4%.

Además, las exportaciones representan un pilar fundamental  para el sector juguetero nacional. Según las estadísticas de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, el 40% de la facturación tiene su origen en las exportaciones. Estas se distribuyen entre más de 100 países; pero más de la mitad de las mismas se concentran en mercados europeos como Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Portugal.

Fuera de las fronteras comunitarias, los mercados más importantes son México y Estados Unidos, junto a algunos países de Sudamérica. Y en Asia, cada vez aumentan más las ventas en China e India.

Es ahí donde el ministro de Podemos ha fijado ahora su objetivo, tras la legislación sobre el sector del juego y la polémica proliferación de los locales de apuestas. Lo malo, para los empresarios, es que Garzón llega a los juguetes con la obsesión feminista que han impuesto en el Consejo de Ministros Pablo Iglesias e Irene Montero.

Así, el Ministerio de Consumo ha anunciado este miércoles que regulará el contenido de la publicidad de juegos y juguetes dirigida a niñas, niños y adolescentes para que se eliminen los mensajes sexistas y transmita "una imagen igualitaria, plural y no estereotipada".

"El ministerio entiende que, en la línea del compromiso social e institucional con la igualdad, los mensajes publicitarios de productos infantiles no deberían mostrar sesgo de género en la presentación que hacen de niños y niñas", explica el departamento que dirige Garzón.

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En este sentido, Consumo ha detallado que se plantea desarrollar la actual regulación publicitaria para que las comunicaciones comerciales motiven decisiones de compra que no reproduzcan roles discriminatorios en el juego infantil.

"El objetivo inmediato es abrir un proceso de información y participación en el que se recogerán valoraciones de personas expertas en igualdad e infancia, asociaciones de consumo, medios de comunicación, agencias de publicidad y anunciantes".

Y ha adelanta por donde puede ir la nueva regulación: censura el departamento de Garzón que el 54% de los anuncios de juegos y juguetes reproducen estereotipos sexistas y discriminatorios, según datos del Consejo Audiovisual de Andalucía.

El Ministerio de Consumo considera que una publicidad de juegos y juguetes que promueva imágenes no estereotipadas "puede ocupar un papel estratégico en el avance de la igualdad".

También, Garzón está estudiando la fórmula para impedir la aparición de mensajes que contribuyen a la sexualización temprana de las niñas. "Se pretende evitar que las niñas aparezcan en la comunicación comercial con una presencia hipersexuada, como objetos sexuales maquilladas y vestidas como adultas o en poses seductoras".