| 05 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La paradoja del Covid, la 2ª ola deja más paro con más empleo

Noviembre nos deja con el peor aumento en la cifra de parados de los últimos ocho años, 25.000 más, que sin embargo coincide con una subida de 31.000 cotizantes en la seguridad social.

| Rodrigo Martínez - ESdiario Economía

Los cambios derivados de las restricciones surgidas por la segunda oleada de contagios de Covid-19 traen estas paradojas. La subida del paro empeora el registro del mes de octubre, y mantiene incluso sus números rojos en la serie desestacionalizada, que descuenta mediante fórmulas matemáticas el influjo del calendario y la temporada en los registros de los Servicios Públicos de Empleo.

La subida del paro en 25.000 personas en noviembre supera la del año pasado, y se sitúa en línea con la de 2016, cuando la recuperación del mercado de trabajo comenzó a dar signos de agotamiento; si bien se sitúa muy lejos del pico de los últimos años, en 2012, cuando el desempleo subió tres veces más hasta rozar los 75.000 nuevos parados en un solo mes. Se trata de la segunda subida mensual consecutiva del paro, lo que sitúa la cifra total de parados en 3,85 millones, 650.000 más que hace un año, un 20% más. Dramático.

El paro acumula así ocho meses seguidos con subidas superiores al 20%, cuando el año pasado, en noviembre, el desempleo bajaba a un ritmo del 1,7% anual. La contratación también trasluce las dificultades creadas por la pandemia. El número total de contratos cayó en noviembre un 18% respecto al año anterior. A pesar de la magnitud de la caída, la cifra actual de contratos dobla la de abril, y casi la de mayo, en los primeros compases de la pandemia. Por su parte, las prestaciones, que incluyen los gastos de ERTE y presentan en octubre importantes novedades, superan los 2.653 millones de euros, un 62% más que un año atrás, según se detalla más adelante.

Los malos datos del paro son sin embargo compatibles con el mejor registro de afiliación de los últimos catorce años, con 31.600 nuevos cotizantes, que se elevan a 107.5000 en términos desestacionalizados, lo que impulsa la cifra de cotizantes por encima de los 19 millones. En el último año sin embargo, la Seguridad Social ha perdido más de 350.000 afiliados, un 1,8%; y apenas se han recuperado 575.000 de los 950.000 que llegó a perder en los momentos duros de la crisis. El año pasado, a estas alturas, el empleo crecía a un ritmo anual del 2,3%, y la Seguridad Social superaba entonces los 19,37 millones de afiliados.

Por si fuera poco, los datos de la Seguridad Social incluyen un apartado especial dedicado a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), después de los últimos cambios normativos destinados a adaptar esta herramienta a los rebrotes de la pandemia de Covid-19. En noviembre, vuelven a subir los trabajadores en ERTE, por segundo mes consecutivo, hasta rozar los 750.000 en total — 40.000 más que en septiembre; tras sumarse 18.500 en noviembre —, a consecuencia de las trabas a la actividad económica y la movilidad impuestas por las autoridades en respuesta a la segunda oleada de contagios.

Los datos muestran el trasvase de trabajadores hacia las nuevas figuras de ERTE concebidas frente a las nuevas restricciones administrativas a la actividad o la movilidad. En los antiguos ERTE permanecen unos 325.000 trabajadores; tras salir de este esquema unas 380.000 personas. La gran duda y el verdadero drama llegará en enero cuando veamos cuantos de ellos pasan definitivamente al paro. La situación puede ser espeluznante.