| 23 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Una folclórica huelga de hambre calienta la prueba de fuego de Mas

Por si aún quedaba algo por ver antes de que la CUP termine de deshojar la margarita, un particular ayuno voluntario calentó la jornada decisiva para el president en su camino de no retorno.

| ESdiario España

Jornada decisiva la de este domingo para Artur Mas. Finalmente, los 68 miembros del Consejo Político de la CUP y del Grupo de Acción Parlamentaria (GAP) deciden este domingo en el centro cívico Joan Oliver Pere Quart de Barcelona si apuestan por investirle presidente de la Generalitat o, por el contrario, lo rechazan, lo que abocaría Cataluña a una nuevas elecciones en primavera. Estos dos órganos de la formación anticapitalista deberán decidir entre dos escenarios en un pleno de investidura del Parlament: si dan dos votos y 8 abstenciones a Mas para ser investido o si, por el contrario, le dan cinco votos a favor y cinco en contra --o diez abstenciones--, lo que en la práctica supondría rechazarle.

En la reunión del domingo ganará la opción que obtenga la mayoría absoluta en un máximo de tres rondas, y la formación ha prometido que encontrará el mecanismo para dar una respuesta aunque se repita el empate que se vivió en la asamblea nacional de hace una semana (1.515 votos a favor de Mas y 1.515 en contra).

Los militantes de la CUP han celebrado 155 asambleas locales y 13 territoriales para debatir la cuestión y para hacer llegar sus opiniones para que sean tenidas en cuenta en el Consejo Político, donde no tendrán voto los 10 diputados del Parlament. Si la CUP decide apoyar a Mas, el Parlament ha decidido reservar los días 4, 5 y 7 de enero para celebrar el pleno de investidura y, si lo rechaza, el Parlament se disolverá automáticamente el 10 de enero y se deberán convocar de nuevo elecciones.

De hecho, Junts Pel Sí tiene asumido que, si los anticapitalistas se oponen a la investidura de Mas, no hay tiempo suficiente para buscar otro aliado antes del 10, ya que el resto de partidos del hemiciclo ya han pedido que no se cuente con ellos. Si hay que convocar nuevas elecciones serían las cuartas autonómicas desde 2010, y también supondría un fuerte revés para el proceso soberanista, que ya vio en las elecciones generales como disminuía el apoyo a los partidos independentistas.

Es por ello unas 75 personas decidieron poner el toque folclórico y calentar la decisiva jornada de este domingo poniéndose en "huelga de hambre". Para ser exactos realizan desde el mediodía de este sábado un ayuno de 24 horas para presionar a la CUP para que apoye a Junts Pel Sí y juntos formen un gobierno independentista en Cataluña. Aunque la iniciativa cuenta con la participación de unos 10 miembros del secretariado general de la Asamblea Nacional Catalana, la entidad soberanista se apresuró a desmarcarse de la misma.

 

Los participantes en el ayuno que durará hasta el domingo han manifestado en un comunicado que “este es un acto de dignidad ciudadana y nacional” con el que piden a todos los diputados elegidos por los ciudadanos de Cataluña “la formación de un gobierno catalán el 9 de enero con el compromiso de abrir el proceso de soberanía nacional que debe llevar a la convocatoria de un referéndum constitucional de la República catalana”. Sea como fuere, la iniciativa de este huelga simbólica hizo correr ríos de tinta digital en las redes sociales donde se tomó con no poca ironía y mucha guasa.