El veterano colaborador de Telecinco tiene al público de la cadena acostumbrado a ver a un hombre sin escrúpulos, polemista y polémico y muchas veces sin piedad, por eso extraña tanto.
Los espectadores de Sálvame están acostumbrados a ver la faceta más dura, polémica y polemista de Kiko Hernández. El colaborador de Telecinco está acostumbrado a soltar bombazos, repartir zascas, callar bocas y ponerse borde con quién haga falta.
Eso sí, este miércoles mostró una faceta mucho más sensible y poco frecuente y tan tierno se puso que hasta Mila Ximénez terminó emocionada y al borde de la lágrima. Todo porque le dedicó unas palabras muy bonitas como grandes amigos que son y que llevan mucho tiempo juntos.