| 05 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Sánchez fuerza a Felipe VI en uno de los momentos más delicados de su Reinado

La incomodidad del Rey alcanza el clímax con una estampa sin precedentes: deberá designar a un candidato que depende por completo de un partido que desprecia a don Felipe.

| Javier Rodríguez España

Nunca un Rey se ha visto obligado a una situación tan forzada y tensa como la que Pedro Sánchez está generando en las últimas semanas y que alcanzará su clímax en estas 48 horas. Felipe VI tendrá que designar candidato a un aspirante, el del PSOE, que depende por completo de un partido que ha rechazado aparecer por la Zarzuela, niega la Constitución y tiene a la Corona entre sus objetivos. 

Es una situación extravagante que obliga a don Felipe a hacer algo que, en realidad, no tiene obligación de hacer técnicamente: elegir porque sí a Sánchez sin chequear, en persona, si reúne los apoyos suficientes. 

El apartado d) del artículo 62 del Título II de la Constitución, que regula las atribuciones de la Corona, señala a Felipe VI como responsable de comunicar al presidente del Congreso el nombre del aspirante a la investidura, pero no le exige en ningún caso que lo haga "a ciegas", como parece que será el caso cuando Sánchez se reúna con él este miércoles por la tarde, sin cerrar quizá aún un acuerdo con ERC.

ERC intenta humillar al Rey Felipe a la vez que elige a Sánchez presidente. Una paradoja sin precedentes

Y un dato añadido: no se conoce precedente de que el eventual pacto que convierta a ningún aspirante electoral en candidato formal sea tan desconocido para la ciudadanía como el que el PSOE y ERC están negociando, hoy en Barcelona y casi "a escondidas".

Felipe VI va a estar "obligado" a proponer a un presidente sustentado en un partido que no ha querido ver al Rey, encabezado por un preso de sedición, con un acuerdo que desconoce y que pone en entredicho la Constitución que da sentido a la Corona. Y sin embargo, pese a algunas voces que lo sugieren, no se negará a señalar a Sánchez. Sería una polémica mayúscula.

 

El malestar de la Casa Real por todo ello es amplio. No lo confirma, pero no desmiente las informaciones que, como la de ESdiario, vienen detallando la incomodidad del Monarca con las formas de Sánchez y su discutible respeto a los procedimientos establecidos.

El desprecio de ERC

La insólita circunstancia de que ERC rechace reunirse con el Rey y a la vez sea determinante para Sánchez se completa con otro sapo que Felipe VI va a tener que deglutir con buena cara, consciente de que cualquier gesto hostil tendría serios efectos en una opinión pública pendiente de él como en pocas ocasiones.

Y es que, en contra de lo que pueda pensarse, los republicanos de Junqueras sí acudían en el pasado a las rondas de contactos con Juan Carlos I, que tuvo prácticamente las mismas en casi 40 años de reinado que su hijo en cinco: pero en ninguna de ellas ha estado ni estará ERC, el elemento determinante para -vaya paradoja- poner en marcha al Ejecutivo del Reino de España.