| 23 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Reunión de la CEV en Valencia
Reunión de la CEV en Valencia

Malos augurios para la economía valenciana

Los datos del informe anual sobre la coyuntura y las perspectivas económicas de la CEV no son buenos: hemos caído un 25% en el primer semestre, y la recuperación tardará.

| J. V. Yago Edición Valencia

Los datos del informe anual sobre la coyuntura y las perspectivas económicas de la CEV no son buenos: hemos caído un 25% en el primer Las conclusiones del informe anual sobre la coyuntura y las perspectivas económicas de la Comunidad Valenciana, elaborado por la Confederación Empresarial Valenciana, son demoledoras. La economía de la Comunidad ha caído un 25% durante el primer semestre del 2020, arrastrada principalmente por el desplome del turismo y el resto del sector servicios, pero también por una bajada de actividad de los autónomos y el consumo de las familias, efecto de la pandemia que atravesamos.

La economía valenciana cayó un 25% durante el primer semestre del 2020, y la recuperación se prevé lenta.

Según la CEV, esta grave crisis ha puesto de relieve la fuerte interdependencia que hay entre la economía global, los agentes económicos y los sectores productivos en un sistema comercial que, como el nuestro, está muy abierto al exterior. La recuperación, por tanto, se prevé difícil, debido a la gran incertidumbre que pesa sobre todo proyecto realizado a corto y medio plazo. Las previsiones contemplan un escenario tenebroso para la economía valenciana, con una caída del PIB cercana al 12% en 2020 y una exigua recuperación alrededor del 8% en 2021.

Ante este desolador panorama, la Confederación Empresarial insiste en que lo más importante es evitar que se destruya más tejido productivo y, por tanto, empleo. Para ello, recomienda que las administraciones prorroguen los ERTEs en todos los sectores, y que se amplíe un mínimo de uno o dos años el período de carencia de los préstamos ICO, así como de cinco a siete años el período total de los préstamos.

La CEV exige además, en su informe, que los nuevos presupuestos públicos no incluyan un aumento de los impuestos, y afirma que “la economía real requiere de una política fiscal que apoye a los agentes económicos y que incentive la productividad y la competitividad”.

Los empresarios valencianos piden a la administración que no suba los impuestos.

El parón en la demanda que ha provocado el Covid seguirá pesando sobre una economía como la valenciana, de gran fragilidad por su dependencia del turismo, y del informe de la Confederación empresarial se desprende que los empresarios valencianos miran con recelo a un gobierno al que la crisis, a todas luces, ha pillado a contrapié. España en su conjunto es el país que presenta peores datos sanitarios en la Comunidad Europea, y peores perspectivas en lo económico, lo cual puede generar una pérdida de confianza en los inversores.

El informe de la CEV sugiere medidas administrativas que palien la destrucción de empleo y ayuden a la economía valenciana a recuperar conexiones comerciales y a reconstruir, en el medio plazo, perspectivas optimistas para el capital extranjero. Un informe que hace un diagnóstico realista, y cuyo principal peligro está en que sea ignorado por unos ejecutivos que parecen más preocupados por cuestiones ideológicas.