| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Diego Torres, La verdad sobre el caso Nóos. Introducción del autor. Foca – Ediciones Akal, Madrid, 2016. 384 p. 18,00 €
Diego Torres, La verdad sobre el caso Nóos. Introducción del autor. Foca – Ediciones Akal, Madrid, 2016. 384 p. 18,00 €

El libro de Nóos contra la Casa Real que no verá en algunas librerías

En pleno juicio (ha empezado esta semana) Diego Torres ajusta cuentas con su exsocio, Iñaki Urdangarín, y con Zarzuela a lo largo de casi 400 páginas. No deja títere con cabeza.

| Pascual Tamburri Bariain Ocio

Es el juicio del año y quizá en muchos sentidos marque un siglo. Una infanta de España, que es hermana del Rey aunque formalmente se diga que no pertenece a la Familia Real, es acusada en un juicio penal público. Y lo es por delitos fiscales y otros supuestamente cometidos junto a su marido. Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarín, ya no Duques de Palma, tienen en sus manos ahora como hace años, una parte importante del destino de la dinastía y de la monarquía. Acusado junto a ellos, el que hasta 2006 fue su socio, Diego Torres.

Habría sido cómodo para el sistema, para la familia Borbón y para muchos intereses creados que Diego Torres aceptase su propia culpabilidad exclusiva y callase sobre el contexto en el que el Instituto Nóos nació y vivió. Pero no lo ha querido hacer, y precisamente cuando en Palma de Mallorca la Infanta se sienta en el banquillo Torres ha puesto por escrito, en forma de entrevista y de libro, una parte de lo que él sabe y ha vivido y ahora es evaluado por el tribunal. Diego Torres no sólo explica la legalidad y la legitimidad de Nóos en su actividad de asesoría empresarial e institucional, sino que cuenta cómo era el Iñaki que él conoció y ha conocido, y más aún. Un libro destinado a estallar justo ahora.

La verdad es que estábamos avisados desde 2012: si el yerno de don Juan Carlos no quería comprometerle en su causa tendría que haber dejado bien colocado y con la cuenta llena a su exsocio. No lo hizo, simplemente lo dejó esperando asumiese su impotencia. Y en cambio Diego Torres tenía vivencias, emails, recuerdos, amistades y documentos que ahora mismo se hace muy difícilmente compatibles con la verdad oficial sobre el caso Nóos y sobre más cosas.

Diego Torres, profesional de la asesoría y el marketing, ha vivido de su actividad empresarial desde antes de 1990 y ha sido docente en ESADE, donde luego estudió el futuro duque de Palma. No obstante, no se conocieron como alumno y profesor, sino que su amistad, que fue real, nació y vivió en la empresa. Torres, que admite no tener contacto alguno con Urdangarín desde 2008, niega tanto que su empresa común cometiese ilícitos fiscales o penales como que, en caso de haber existido, fuesen responsabilidad suya con desconocimiento e inocencia de Iñaki. Torres se siente traicionado por un amigo al que apreció y en cierto modo aún aprecia, y niega la imagen social extendida de un Urdangarín incompetente pero a la vez niega que el duque desconociese lo que en su propia oficina se hacía durante años.

Diego Torres, La verdad sobre el caso Nóos. Introducción del autor. Foca – Ediciones Akal, Madrid, 2016. 384 p. 18,00 €

Diego Torres, La verdad sobre el caso Nóos. Introducción del autor. Foca – Ediciones Akal, Madrid, 2016. 384 p. 18,00 €

En trescientas páginas que dadas las circunstancias se leen sin parar, Torres explica cómo Nóos Consultoría Estratégica operó en un mercado complejo y con gran intervención de instituciones públicas, pero sobre todo insiste, argumenta y documenta cómo lo que Nóos hizo lo hacían otros antes y lo hicieron después (también por cierto con actuación de Urdangarín y de su esposa), cómo no hubo facturas falsas, comisiones ilegales o concesiones ilícitas, y cómo esos proyectos sí tributaron legalmente y sólo aplicando mal las normas puede imputárseles delitos o faltas que él cree poder demostrar que no existieron.

Puede decirse que Diego Torres se limita a hacer uso de su derecho a la defensa, y por supuesto a no declarar en su contra, y que por ello da su versión de los hechos, hechos en los que se implicaron Gobiernos regionales entonces del PP, grandes y pequeñas empresas e instituciones. Pero por otra parte si esto fuese todo, Torres es el primero en saber que le habría convenido pactar en algún momento desde 2011 con la Fiscalía y las acusaciones, para evitar penas mayores, y que habría estado en mejor posición jugando con los medios de comunicación, lo que durante años ha evitado. La verdadera cuestión que este libro deja a la vista no es ya la actuación de Nóos y de sus socios, y ni siquiera la acusación a la Infanta o no. Lo que está en juego es aún más grave que todo eso.

Diego Torres insiste y explica que la Casa Real sabía de principio a fin qué hacían la Infanta y su marido; nunca pudo ser de otro modo a sus ojos. Por ello, aclara, lo que se hizo hubo de ser legal, ya que de no serlo el rey don Juan Carlos y el príncipe don Felipe habrían evitado tales actuaciones. Lo cierto es que en la Zarzuela se sabía, y si hubiese sido ilegal –además de antiestético- lo sucedido sería también responsabilidad de quienes sabiéndolo no lo evitaron. A pesar de verse maltratado, Torres defiende la actuación de Iñaki y Cristina en el Instituto Nóos, con lo que defiende la suya propia. Explica cómo tales actuaciones no eran divisibles; y por tanto une su suerte a la de la Infanta y su marido: si a él se le da por culpable todos lo serán; y u paso más allá, la entera Casa Real, conocedora de todo, también lo sería.

Torres sabe jugar bien sus cartas, y este libro se lanza en el momento adecuado para poner en un brete a jueces, magistrados, fiscales, abogados del Estado y defensores de las otras partes. Quizá lo que menos ha valorado a la hora de ofrecernos este testimonio –de parte, pero de lectura tan necesaria como entretenida- es que Felipe VI tiene bastantes más problemas entre manos que la acusación a su hermana, y que Juan Carlos I estaba entonces como ahora más interesado en su propia conveniencia y la de Corinna que en las de la dinastía, el Estado o la Nación. Lo cual puede llevar a actuaciones que de otro modo consideraríamos suicidas o absurdas. En unas semanas iremos viendo si la apuesta defensiva de Diego Torres, además de darnos una porción jugosa de datos, le sirve a él para salvarse. Porque el Emperador está desnudo.

Diego Torres fue socio de Iñaki Urdangarín, que es marido de Cristina de Borbón, que es hija de Juan Carlos I, que es padre de Felipe VI. Y estos hechos, si se unen al Instituto Nóos y su ambiente, son la trama de un libro abrumador.