| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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San Andrés de Teixido, los acantilados más altos de Europa están en Galicia

Este pequeño pueblo coruñés está envuelto por la magia, rodeado de los acantilados más altos de Europa y cuenta con los mejores percebes del mundo

| Laura Méndez Viajar

 

En la provincia de A Coruña y a sólo doce kilómetros de Cedeira se encuentra San Andrés de Teixido, un pueblo poco conocido fuera de Galicia pero que merece la pena por sus bellos paisajes, que albergan los acantilados más altos de Europa, a 612 metros sobre el nivel del mar.

 

Foto: Archivo Santo André de Teixido ( Ramón Piñeiro)

Se trata de un lugar lleno de tradiciones y leyendas, de hecho, es conocido el dicho de que ‘a San Andrés de Teixido vai de morto quen non foi de vivo" (A San Andres de Teixido va de muerto el que no fue de vivo) y también que allí se encuentra ‘la puerta del más allá del mundo celta’.

Foto: Turismo de Galicia

Está situado en la sierra de la Capelada, muy cerca del punto más septentrional de la península, conocida por sus mariscos y, especialmente por el percebe, que puede degustarse en Cedeira a un precio muy asequible.

 

Para poder disfrutar del paisaje y de los acantilados el mejor punto es el mirador de  La Garita de Herveira. Hasta llegar allí podréis ver aves, caballos salvajes y ganado vacuno pastando en libertad. También destaca la flora, es especial  la herva namoreira o herba de namorar. Según cuenta la tradición, hay que meterle un trozo en el bolsillo a la persona que quieres y vuestros destinos acabarán por unirse irremediablemente.

Foto: Guía Repsol

Ya en el pueblo, os recomendamos dar un paseo por sus calles de piedra y comprar unas rosquillas típicas gallegas en uno de sus puestos. Resulta curioso visitar la capilla mayor, es del año 1789 y fue realizada por Miguel López de la Peña. En el altar podemos encontrar todo tipo de objetos ofrecidos a San Andrés, lo más típico son unas figuritas de pan cocidas sin levadura y pintadas de colores llamadas ‘Sanandresiños’: la mano, el pez, la barca, el santo y el pensamiento.

Foto: Turismo de Galicia

La tradición narra que San Andrés estaba celoso de Santiago Apóstol porque todos los peregrinos iban a ver su tumba en Compostela en lugar de acercarse a su templo en Cedeira, por lo que Dios le concedió que todo el que no fuera a San Andrés de Teixido de vivo tendría que ir de muerto convertido en insecto o en lagarto.

Los visitantes tienen que respetar varias costumbres. En primer lugar, comprar las figuritas de pan, seguidamente entrar a pedir la bendición del santo, ir hasta la fuente de los tres caños y beber de ella, recoger hierba de enamorar y volver al santuario con el ramo: ¡deuda saldada!

Es cierto que, quieras o no seguir las tradiciones, la visita a San Andrés de Teixido merece la pena por su belleza y singularidad y también por degustar los mejores percebes del mundo.