| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La Junta Electoral cercena a Atresmedia mientras mira para otro lado con TV3

| EDITORIAL Editorial

 

 

En escasas horas, la Junta Electoral Central (JEC) dictó dos resoluciones bochornosas que, al ser leídas conjuntamente, resultan escandalosas: excluir a Vox del único debate aceptado vergonzosamente por Pedro Sánchez, el de Atresmedia; y permitir que el preso Oriol Junqueras participe en otro organizado por un medio vinculado a la Generalitat.

El argumento esgrimido contra el partido de Abascal, que carece de representación parlamentaria, es tan absurdo como fácil desmontar recordando simplemente decisiones antagónicas de la propia JCE ante situaciones idénticas: en 2015 ni Ciudadanos ni Podemos estaban en el Parlamento y, sin embargo, Rivera e Iglesias pudieron debatir con Sánchez y Sáenz de Santamaría atendiendo a la certeza de que tenían un peso electoral que les hacía merecedores del permiso.

El derecho de Atresmedia

Con Vox sucede lo mismo, como evidencia su carácter decisivo en Andalucía y su irrupción en los sondeos, y solo el partidismo de la JEC explica una actitud que, además, cercena el legítimo derecho de los medios de comunicación a organizar libremente, en favor de los ciudadanos, los formatos informativos que estimen oportuno: Atresmedia no tiene que pedir permiso a nadie para celebrar el debate que estime oportuno, que finalmente será a cuatro para no ahondar en el daño al votante en un momento decisivo.

¿Cómo es posible que la Junta cercena a Atresmedia y permita el proselistimo separatista de TV3 a diario?

La decisión se agrava por el permiso que, por contra, sí le han concedido a Oriol Junqueras para participar en un acto electoral desde la cárcel de Soto del Real, donde se encuentra en prisión preventiva mientras se dirime en el Tribunal Supremo si cometió delitos tan graves como el de rebeldía o sedición.

¿Y TV3?

¿Cómo pueden concederse más derechos a un reo que a un líder constitucional? ¿Cómo se puede cercenar a Antena 3 mientras se concede barra libre al proselitismo financiado con dinero público de TV3? No hay por dónde cogerlo, simplemente.

Que a Vox le vaya bien o mal esta exclusión es lo de menos. Lo sustantivo es que la JEC, en lugar de velar por la celebración de más debates y reprender al PSOE por hurtarle a la opinión pública una herramienta que debiera ser obligatoria y estar regulada, auxilia caprichosamente a la estrategia de un líder que aspira a que la campaña pase desapercibida para no comprometerse a nada que le deje en evidencia. Y eso, en una democracia sana, es inadmisible.