| 22 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Sánchez e Iglesias, en diciembre pasado firmando su acuerdo de gobierno para los próximos cuatro años.
Sánchez e Iglesias, en diciembre pasado firmando su acuerdo de gobierno para los próximos cuatro años.

Semana negra en Moncloa: los planes de Sánchez e Iglesias saltan por los aires

El presidente acuerda con Torra aplazar sine die la mesa de negociación con Cataluña, aparca sus derogaciones laborales y prepara unos nuevos "presupuestos de guerra".

| Javier Ruiz de Vergara España

Cuentan los más estrechos colaboradores de Mariano Rajoy que en los días que siguieron al 20 de noviembre de 2011, mientras el PP celebraba su victoria en las urnas frente al PSOE, el presidente se dio cuenta de que su programa electoral y sus planes estaban destinados a la papelera. La crisis económica y financiera y la herencia de José Luis Rodríguez Zapatero los había enterrado.

Eso mismo le ha ocurrido a Pedro Sánchez en esta inesperada semana terrible de marzo de 2020. El coronavirus ha logrado que la hoja de ruta de su gobierno progresista haya saltado literalmente por los aires. La sentencia la ha firmado el propio líder del PSOE este viernes al decretar el segundo estado de alarma de la Democracia.

Sánchez e Iglesias han asumido ya en estas últimas 72 horas que ninguna de sus grandes promesas, incluidas en el acuerdo de gobierno que suscribieron el 30 de diciembre pasado, va a ver la luz. Ni la subida generalizada de impuestos que previeron para su apuesta de incremento del gasto social, ni la derogación de la reforma laboral del PP, ni las leyes de eutanasia y de Memoria Histórica.

Y la mesa de negociación con el independentismo también va a ser arrollada por la pandemia del coronavirus. Este mismo viernes, Sánchez ha telefoneado a Torra para aplazar la próxima cita "hasta que la situación sanitaria esté en otra fase".

Sánchez ya tiene en su poder los primeros informes de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que confirman que el gobierno va a tener que remar en un terreno que no se esperaba.

Y que Bruselas y el FMI van a exigir a España e Italia medidas contrarias a las que incluye el acuerdo suscrito con Podemos. Más IVA, menos IRPF. Y unos presupuestos "de guerra" en el horizonte que van a exigir, de una u otra manera, del apoyo de PP y Ciudadanos.

 

Sánchez, este viernes en su reunión telemática con sus vicepresidentes.

 

El mismo Sánchez que ha tenido que recurrir al drástico estado de alarma, tenía hasta hoy en su agenda una prioridad radicalmente opuesta: llevar al Congreso la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana.

También eliminar los copagos sanitarios de 2012, reducir la lista de espera en dependencia y desarrollar una ley de eutanasia son otros aspectos sociales contemplados en el acuerdo. Que van a quedar aparcados.

La reforma del mercado eléctrico o los planes millonarios previstos para la lucha contra el cambio climático son algunos de los otros puntos recogidos en el acuerdo entre Sánchez e Iglesias, que han dejado esta semana de ser una prioridad.

Ellos también han sido víctimas del coronavirus. Ese es ahora el enemigo público número uno. Y la prioridad para los próximas meses y según los expertos, los próximos años, visto el destrozo económico que se avecina.