La "chapuza" judicial con el etarra Ternera que salpica a la ministra Delgado

"No se entiende muy bien que tras décadas buscándolo y semanas después de su detención, no sepamos la situación procesal de este terrorista".

Este terrorista es el sanguinario Josu Ternera, y el lamento a ESdiario es de uno de los miembros del gabinete jurídico de la AVT. Hay alivio por la maniobra de urgencia de este miércoles impidiendo la libertad del exjefe de ETA, pero el estupor sigue por la imprevisión del Ministerio de Justicia, de la Fiscalía, y de la Audiencia Nacional. Otro lunar en el legado de Dolores Delgado.

De hecho, las autoridades judiciales francesas han solicitado este jueves a dos jueces de la Audiencia Nacional una precisión técnica en relación con sendas órdenes de extradición dictadas contra José Antonio Urrutikoetxea, que han dejado en suspenso su puesta en libertad.

La petición española se realizó como Orden Europea de Detención (OED), en ambos casos, un formato que Francia no acepta para hechos anteriores a 1993.

La Policía francesa vuelve a detener a Josu Ternera tras dejarle un juez en libertad horas antes

Así lo han señalado fuentes jurídicas que han precisado que la aclaración se realizará respecto de dos de las tres órdenes de extradición que la justicia española mantiene vigentes contra Ternera: las incluidas en las causas por el asesinato del directivo de Michelín Luis María Hergueta en 1980, que investiga el juez central de Instrucción número 1 Santiago Pedraz; y la financiación de ETA a través de 'herriko tabernas' que lleva el juez central de Instrucción número 5, José De la Mata.

La tercera orden de extradición que pesa sobre el histórico dirigente etarra, por el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza de 1987, es la única que no tiene que precisarse ante la justicia Francesa al haberse tramitado correctamente por parte del juez central de Instrucción número 2, Ismael Moreno, según las mismas fuentes.

De este modo, y según las fuentes consultadas, la puesta en libertad queda en suspenso hasta que las autoridades francesas examinen las órdenes de la Audiencia Nacional. Esta circunstancia obliga a Francia a una segunda valoración de la petición de libertad de la defensa del etarra.