| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Detalle del cuadro 'La expulsión de los judíos de Sevilla', obra de Joaquín Turina
Detalle del cuadro 'La expulsión de los judíos de Sevilla', obra de Joaquín Turina

Las 'tribus' perseguidas en España

Agotes, maragatos o mercheros forman algunas de las comunidades que a lo largo de la historia, hasta el presente, han sufrido el aislamiento, cuando no el rechazo en nuestro país.

| El Semanal Digital / EP Opinión

La expulsión de los moriscos o de los judíos sefardíes en tiempos de los Reyes Católicos, además de la exclusión de la comunidad gitana, prueban la persecución que algunas etnias han sufrido en España a lo largo de la historia. Pero existen otros grupos no tan conocidos, aunque igualmente perseguidos por motivos étnicos. He aquí algunos de ellos.

El misterio de los hábiles agotes

Los agotes, también conocidos como cagots, christiaas, agotack o cailluands, conformaban un grupo social minoritario que habitó durante varios siglos en distintos lugares del norte de España y el sur de Francia. El misterio que envuelve a los agotes empieza por el origen de su propio nombre, tan poco claro como el de la raza misma. Según Pío Baroja, los agotes eran de "cara ancha y juanetuda, esqueleto fuerte, pómulos salientes, grandes ojos azules o verdes claros, algo oblicuos" y ejercían principalmente oficios para los que se necesitaba cierta habilidad manual como el de carpintero, tejedor, cordelero o picapedrero.

Acusados durante siglos de mantener prácticas religiosas paganas, fueron marginados y tratados como leprosos, según el libro Seroantropología e Historia de los Agotes, que además apunta que se les impedía contraer matrimonio con el resto de la población, forzándoles a una cierta endogamia.

Hacia 1817, se promulgaría una ley por la que se suprimían todas las discriminaciones contra los agotes, con lo que el rastro de este pueblo se perdería en el tiempo. Los valles navarros de Roncal y Baztan fueron los últimos lugares donde se establecieron sus descendientes.

Los xueta de Mallorca

El apelativo xueta hace referencia a aquellos habitantes de Mallorca considerados descendientes de los judíos conversos al cristianismo en el siglo XV. Pero los habitantes de la isla no usaron esta denominación despectiva hasta finales del siglo XVII, cuando la Inquisición estigmatizó a los portadores de quince apellidos conversos: Aguiló, Bonnín, Cortès, Fortesa, Fuster, Martí, Miró, Picó, Pinya, Pomar, Segura, Tarongí, Valentí, Valleriola y Valls.

 

Trajes típicos de los maragatos.

 

A raíz de esta segregación, los xuetes han practicado una estricta endogamia y han vivido concentrados en algunos barrios de la isla hasta la primera mitad del siglo XX, de acuerdo al artículo académico Sobre la condición de los conversos y chuetas de Mallorca. "En el curso del siglo XVII, comenzó a designarse a los conversos con la locución 'des carrer del Sagell' o 'des carrer' (de la calle) porque entonces la calle del Sagell, junto a con las de Argentería y Bolsería eran vías principales de la chuetería", explica el estudio.

Análisis genéticos de la Universidad de las Islas Baleares han acreditado que los xuetes conforman un bloque genéticamente homogéneo afín a las poblaciones judías de Oriente Medio, pero también relacionados con los asquenazíes -hebreos que emigraron a Europa central y oriental- y los judíos norteafricanos. La segregación de los xuetes comenzó a disolverse a partir de la segunda mitad del siglo XX, y con ella también las uniones endogámicas. Sin embargo, las conductas de rechazo no han sido erradicadas, tal y como indica una encuesta realizada por la Universidad de las Islas Baleares en 2001, en la que

Un 30% de los mallorquines aún admite que no se casaría nunca con un xuete, término que designa en la isla a los remotos descendientes de judíos conversos

un 30% de los mallorquines afirmaba que no se casaría nunca con un xuete.

Los enigmáticos vaqueiros de Asturias

Los vaqueiros de alzada son un grupo étnico-cultural característico del oeste de Asturias cuyos orígenes ancestrales siguen siendo estudiados a día de hoy. Su principal actividad era la cría de ganado vacuno en aldeas conocidas como brañas, diseñadas para aprovechar al máximo los recursos naturales de los prados del norte de la península.

Fue Jovellanos quien los definió como 'vaqueiros' porque vivían de la cría de ganado vacuno, y 'de alzada' porque sus asentamientos no eran fijos, sino que 'alzaban' su residencia para dirigirse a los prados altos durante la festividad de San Miguel de mayo (8 de mayo) y regresaban a sus brañas próximas a la costa en San Miguel de septiembre (29 de septiembre). Acosados y rechazados durante siglos, los vaqueiros de alzada constituyeron una pequeña sociedad autónoma estrechamente ligada a la naturaleza.

Estudiosos de la cultura vaqueira sostienen que los aldeanos que vivían en la parte plana de los valles les envidiaban por su vida libre, por su particular religiosidad y por no pagar impuestos. En la actualidad, los descendientes de la comunidad vaqueira se distribuyen a lo largo del Principado de Asturias, aunque su población se ha extendido a Galicia, León e incluso al continente americano, donde muchos emigraron años atrás. Berdasco, Gayo, Cano, Feito, Garrido, Barrero, Parrondo o Freiges son algunos de los apellidos vaqueiros que aún se conservan.

Los arrieros de la Maragatería

"Hay una clase de arrieros apenas conocidos por los viajeros europeos que al igual que los judíos y los gitanos viven sólo entre su propia gente, conservando sus costumbres y vestidos primigenios". Así definía el hispanista británico Richard Ford a los maragatos, una población viajera cuyo asentamiento comercial se ubica tradicionalmente en la zona central de la provincia de León.

Hasta la llegada del ferrocarril, los maragatos se dedicaron a recorrer la península comerciando con productos artesanales. Eran famosos por la manera en que protegían sus cargamentos y se les consideraba los transportistas más seguros del país. Tanto es así que la reina Isabel II encomendó al maragato Santiago Alonso Cordero el transporte de los materiales provenientes de Inglaterra con los que se construiría el canal para las aguas de Madrid. Aunque los maragatos fueron un colectivo que mantenía cierto grado de aislamiento por intereses económicos y mercantiles, no han sido reconocidos como una etnia, sino que el término 'maragato' se ha asociado a todas aquellas personas que practicaban la arriería o venta ambulante

No obstante, un estudio publicado en 2001 por la revista European Journal of Human Genetics confirmaba que los maragatos pueden considerarse un grupo humano aislado desde el punto de vista genético. Los maragatos fueron los primeros pobladores de La Patagonia, donde fundaron ciudades como Carmen de Patagones, Mercedes de Patagones (actualmente Viedma), San Julián o Puerto Deseado; y también se asentaron en Uruguay. Su herencia cultural sigue viva a día de hoy en América del Sur, pues "el traje gaucho argentino seguramente proceda del maragato", según apunta el Museo del Traje.

La familia nómada de El Lute

Los mercheros o quinquis son un grupo social tradicionalmente nómada de la península ibérica. La palabra 'quinqui' es una abreviatura de quincallero, esto es, aquella persona que se dedica a la quincallería o venta de objetos de metal barato. Dado el uso despectivo con que el término ha pasado a la lengua común, los integrantes de esta etnia prefieren el denominativo 'merchero'.

 

La historia de El Lute permitió visibilizar a la comunidad merchera.

 

Excluidos de los gremios y menospreciados por la Iglesia, los mercheros se han dedicado a viajar en carromatos por las llanuras de Castilla y el valle del Ebro durante siglos. Aunque tienen muchas costumbres similares a las gitanas, no comparten con estos su origen étnico y practican la endogamia habitualmente. Hasta la década de 1950 fueron exclusivamente nómadas, pero una sucesión de leyes que castigaban el nomadismo les ha obligado a convertirse en sedentarios y a formar barrios de chabolas en la periferia de las grandes ciudades.

Muchos poblados mercheros están situados cerca de las antiguas rutas de las caravanas. En la actualidad, la población de mercheros se estima en 150.000 personas, de las cuales una gran mayoría vive en suburbios o en zonas rurales. La historia de Eleuterio Sánchez, el Lute, visibilizó a esta comunidad y ofreció gran parte de la información que se conoce sobre el modo de vida de los mercheros.