Paso corto, vista larga y mucho amor

Pocas instituciones en nuestro país cuentan con tanto respaldo y aprecio popular como la Guardia Civil. Un afecto que atesora aún más valor pues ha enterrado la vitola oscura y violenta que rodeó a la Benemérita durante décadas. La modernización del cuerpo y el refuerzo de su vocación de servicio han tenido mucho que ver, como es obvio, en este cambio radical en la opinión pública. De ahí que no resulte extraño, e incluso que casi tenga el sabor dulce de una guinda, la curiosa pintada aparecida en un muro de la ciudad coruñesa de Ferrol.

En el marco de una iniciativa cultural titulada Las Meninas de Canido, que busca regenerar este barrio ferrolano a través del arte urbano, hace tiempo que se reservó un espacio en un muro al célebre artista británico Banksy, un personaje del que se ignora su identidad concreta, pero cuya obra cuenta con una inusitada proyección internacional. Y de la noche a la mañana, y nunca mejor dicho, en ese muro apareció una pintada en la que dos guardias civiles, con tricornio y el clásico uniforme verde oliva, aparecen besándose.

La pintada recuerda a otra muy conocida del grafitero que representa a dos bobbys, los típicos policías ingleses, uniendo sus bocas apasionadamente. Pero pocas pruebas de autenticidad tiene el grafiti descubierto en Ferrol, como reconocen desde el festival, pues ni siquiera el esquivo artista lo ha reconocido, como es habitual en él, a través de las redes sociales.

Claro que eso no ha impedido que los organizadores del festival se hayan lanzando a interpretar que este mural puede muy bien representar la visión de España que tiene Banksy,  bajo el peso del proceso soberanista en Cataluña y de las cargas policiales; lo cual es mucho interpretar.

Pero todo eso son detalles sin importancia. Como lo es también que una conocida marca de cervezas esté detrás de la promoción de este festival y que pueda obtener, con todo este revuelo, una publicidad adicional.

El mural huele campaña publicitaria, pero aumenta la simpatía general que ya suscita la Guardia Civil

Lo que sí cuenta es que se acepte con agrado esta representación de la Guardia Civil. Y que incluso dentro del propio instituto armado se esté tomando y afrontando este episodio sin estridencias y con simpatía.

Sea o no esta pintada el primer Bansky en España, como ya se proclama con el inevitable y consabido orgullo desde Ferrol, lo que sí parece seguro es que constituirá una palada más para enterrar ese lema tenebroso y apócrífo que persigue a la Benemérita casi desde su remota fundación allá por 1844. Así, hablemos ya de ponerle mucho amor para acabar aquello de paso corto, vista larga y mucha mala leche.