Campeones especiales

Por fin alguien, Javier Fesser, se atreve a hacer una película, basada en un Centro Ocupacional de Burjassot, donde muy hábilmente plasma la realidad de este sector tan olvidado y silenciado como es el de la discapacidad funcional, en este caso, discapacidad intelectual. Película totalmente recomendable por su veracidad y realismo, dureza, amor y compañerismo, ¿alguien da más?

Recientemente leí por las redes sociales una opinión de esta película que me dejó totalmente perpleja, en la que decía que no veía la igualdad por ningún sitio… ¿perdone usted? Pero, ¿conoce este mundo? Evidentemente no. Pobre señora que hablaba desde la más completa ignorancia y además tuvo la poca fortuna de opinar. Piense, infórmese antes de opinar sobre un tema tan especial.

En la película se refleja la igualdad. No hace falta que haya idéntico número de hombres y mujeres, en este sector hoy en el equipo hay 4 chicos y una chica y mañana hay 1 chico y 4 chicas, porque ellos son así, funcionan por impulsos y entre ellos no ven la diferencia a la hora de realizar actividades entre hombre y mujer. Les apetece apuntarse a un equipo de baloncesto o de fútbol o de lo que sea, y lo hacen, da igual su género, son equipo y así se ven.

Interesante a destacar es precisamente esto, que se ven tan iguales, que sólo con jugar se sienten campeones, da igual quien gane o pierda, ellos valoran el jugar, el divertirse y el compañerismo, ¿les suena?

La película explica con mucha veracidad la verdadera realidad de estas personas. Algunas nacen con algún tipo de discapacidad; otras, después de nacer les ocurre algo, una enfermedad, un accidente… y se quedan con importantes secuelas intelectuales y o de movilidad. Este último grupo es el que peor lo encaja, porque pasan de hacer una vida “normal" a verse limitados. Los amigos del “antes de" poco a poco van desapareciendo y la adaptación es terrorífica.

Les cuesta hacerse a la idea de su nueva situación y en algunos casos han llegado al intento de suicidio. Porque sí, señores, ellos son conscientes de todo, son discapacitados, no tontos, la atención psicológica y el amor de los que le rodean es fundamental para sacar adelante a estas personas, tal como cuenta uno de los protagonistas de la serie cuando le explica al entrenador su dura realidad, caso verídico, por cierto.

Se ve claramente la capacidad de esfuerzo y trabajo que tienen, compaginando su labor en centros ocupacionales y otros trabajos, mal pagados y explotados (por jefes que son auténticos ignorantes, que tampoco ven más allá de sus narices …) con su pasión, que es jugar a baloncesto.
Gran papel del actor Javier Gutiérrez que borda el rol de entrenador. Se nota que, además de un gran actor, conoce al sector de primera mano y eso se refleja en la pantalla. Un diez para él.

Y gran papelón el de estos chic@s, seleccionados en un casting con más de 500 personas, pedazo de actores reales , que una vez más demuestran que el sector de la discapacidad se puede dedicar a cualquier cosa. Recomendado 100% el visionado de la película, creo que les hará plantarse cosas que no habían pensado nunca…

Ellos mismos al visionar la película se sintieron emocionados, implicados, reflejados... y la disfrutaron muchísimo, algunos se reconocían entre ellos, otros no, pero aún así no deja de ser un aspecto curioso que los profesionales vamos a valorar y estudiar. Aún queda camino por recorrer.
Muy grandes estos chic@s, muy grandes, campeones, todos, lo que juegan y los que no juegan, esos que nos enseñan día a día tantas y tantas cosas…
Enhorabuena.

*Grupo EmeDDona