| 25 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Alsina revienta Onda Cero y mete un repaso soberbio a Puigdemont y Comín

No se habla de otra cosa que de los mensajes de Signal del expresident a su exconseller y el locutor se ha hartado de marear la perdiz y ha ido directo al grano de lo que se cuece por detrás

| ESdiario Medios

No se habla de otra cosa. Es el tema de la semana, del mes y del año. Los mensajes de Signal de Carles Puigdemont a Toni Comín han copado todos y cada uno de los análisis políticos, editoriales y columnas de opinión este jueves.

Entre ellos, destacó a primera hora el demoledor monólogo de Carlos Alsina en Onda Cero, que terminó explotando en antena de indignación y destrozó definitivamente la imagen de Puigdemont y Comín y de los que a su alrededor han quedado, a su juicio, en ridículo.

Alsina habla sin rubor de "hipocresía, disimulo y mentira. Lo de menos es si este Comín, el politólogo que va cambiado de partido según sopla el viento, es torpe o es Bruto. Lo de más es que los discursos que hacen en público los desmienten ellos mismos en privado y que la fe que manifiestan en el triunfo es falsa. Lo de más es que ya no cabe fiarse de nada de lo que dicen".

El locutor no da crédito a que ahora se "escandalicen porque les hayan capturado una conversación privada en la pantalla" y recuerda que el mismo día en el que difundieron "los mensajitos que el fantasma flamenco le envió a su compañero de fuga auto escribiéndose una especie de epitafio todas las declaraciones que al respecto hicieron los dirigentes del PDeCAT y los de Esquerra sonaron perfectamente falsas en su escándalo por la revelación de una conversación privada y perfectamente ciertas en el desdén hacia el fugado".

En resumen: "Ni una voz en el independentismo alzándose para decirle a Puigdemont "president, oh, mi president, no te rindas ahora, no te vengas abajo, no pienses ni por un momento que nosotros, tus apóstoles, te hemos negado".

Y es que "el protagonista ya no funciona. Cuando te pones tú mismo la mortaja cuesta convencer al público de que estás tan vivo como siempre. Pero entre el resto del reparto nadie tiene narices para dar un paso al frente y postularse como nuevo actor principal de la trama".

Ironiza Alsina con que "el episodio sonrojante de los mensajes es un colofón a la altura de lo que ha sido la peripecia puigdemoniaca. Un destape autoparódico. El tipo que intentó ser presidente por la pantalla de plasma, tumbado por la pantallita del móvil".

A su juicio, "los profetas de la transparencia mienten más que hablan. Al público le sueltan un sermón y en privado se confiesan". 

Se muestra especialmente duro el periodista con el asunto de la privacidad de los mensajes y critica que Puigdemont se ponga ahora digno con los límites del periodismo y la revelación de secretos: "Aquí el amigo de Julian Assange, el de wikileaks, escandalizado porque se difundan mensajes confidenciales. Esto es de traca". Más aún, recuerda, "los dirigentes independentistas que hicieron bandera de aquella conversación privada (también lo era, sí) entre Fernández Díaz y Daniel de Alfonso, rasgándose ahora las vestiduras porque se ha difundido una charla personal". 

Alsina no tiene dudas: "Aquí nadie ha asaltado los servidores informáticos de nadie. Nadie le ha hackeado el móvil al politólogo Comín. Nadie se lo arrancado de las manos para ver lo que esconde. Nadie ha hecho nada más que estar atento a lo que estaba a la vista. Y lo que estaba a la vista era la llorera puigdemoniaca". 

Por eso, "ponerse a denunciar que le han robado su intimidad es de primero de prescolar. La pataleta que sólo añade bochorno al descrédito". 

No menos ironía añade a que "el fugado sostiene que él, como periodista, siempre ha respetado los límites. ¿Y como president de la Generalitat qué límites respetó? El autor de la doctrina según la cual la voluntad popular no tiene limitación alguna, ni siquiera la de las leyes que defienden la igualdad de derechos y obligaciones". 

En conclusión, a pesar de lo que dice Puigdemont: "En sus mensajes hay poca duda. No duda de que los suyos están intentando deshacerse de él. Y no duda de que esta batalla la ha ganado la Moncloa". 

Pero Alsina invita a el expresident a dudar: "Dude de que tenga usted derecho a hacer girar toda Cataluña en torno suyo. Dude de que la Cataluña de hoy sea mejor que la que usted empezó a gobernar hace dos años. Dude de que "independentismo" sea sinónimo de vulneración de las leyes. Dude de que el nacionalismo sea compatible con los principios del europeísmo que usted, de boquilla sólo, defiende. Dude de que haya habido alguien antes de usted que le haya hecho más daño al autogobierno de Cataluña".