| 08 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Isabel Díaz Ayuso
Isabel Díaz Ayuso

Se llama obsesión

Llegó la pandemia, y Almeida calló las bocas de esos que le insultaban, hasta tal punto que no tienen argumentos para continuar. Pero el objetivo se centró en Díaz Ayuso.

"Ohh no es amor, lo que tú sientes, se llamaba obsesión..." cantaba la bachata de Aventura en las calurosas noches de Mallorca cuando a mis 17 años celebraba en la isla el fin del bachillerato. Ese paso de la adolescencia a la edad adulta, a la universidad. Eso mismo canta Nacho Escolar y demás prensa oficial del régimen sobre Isabel Díaz Ayuso, convertida en el pim pam pum, en el objetivo número a derribar por toda la maquinaria progre. 

 

Que Madrid siempre ha sido una plaza codiciada por la izquierda desde que perdiera su gobierno allá por 1995 no es ningún secreto. Y que han estado cerca, acariciando su objetivo, les lleva a la desesperación. Ni los escándalos han podido derribar a la derecha en general ni al PP en particular, que sigue instalado en la puerta del Sol. 

 

Isabel Díaz Ayuso ha tomado el relevo de Almeida como objetivo de la Izquierda. Hace un año la progresía no se explicaba cómo el pueblo de Madrid había echado en las urnas a su querida Carmena, y la figura del nuevo alcalde fue ridiculizada hasta límites insospechados. Desde el 'cara polla' hasta acusarle de desear matar a la gente por sobredosis de contaminación. 

 

Llegó la pandemia, y Almeida calló las bocas de esos que le insultaban, hasta tal punto que no tienen argumentos para continuar. Pero el objetivo se centró en Díaz Ayuso. Era la figura de la derecha en la que descargar todo tipo de odio para tapar la negligente actuación del Gobierno central. 

 

Lo de algunos medios panfletarios con rodilleras ante Moncloa como el diario de Nacho Escolar con Díaz Ayuso se puede calificar de acoso. Ayer mismo 19 de 38 noticias publicadas por El Diario.es versaban sobre el apartamento de Ayuso. Si eso no es obsesión... 

 

A Ayuso le han atacado y elevado a categoría de escándalo las sandeces más grandes. Cosa que debería tranquilizar a la propia Ayuso porque significa que no tiene nada gordo con lo que criticarle. Grotesco es que teniendo 30.000 muerto encima de la mesa la izquierda esté debatiendo sobre el menú de Telepizza. Por cierto, esa misma izquierda preocupada por la infancia que luego se niega a investigar los casos de prostitución de menores en Baleares. 

 

Surrealista es ver una de las conexiones en directo de La Sexta para explicarnos que las mascarillas que está repartiendo Ayuso entre la población no valen porque son demasiado buenas. Ver para creer. Será mejor repartir mascarillas caducadas de los chinos como ha hecho el Gobierno o la Generalitat o mascarillas de papel de servilleta de bar como Revilla ¿no?

 

Luego está el debate progre sobre las fotos y la estética de Ayuso. Si llora porque es falsa, si viste de negro que lo hace por exagerar, si las fotos de la entrevista de no sé qué (tengo que decir que yo no me hubiera hecho la foto de El Mundo, pero la propia Ayuso ha explicado que ni se paró a pensar en cómo quedaban las fotos con todo lo que tiene en la cabeza). Todo dirigido a ridiculizarla, presentarla como una lerda y una inútil, lo mismo que hacían con Almeida 'carapolla' hasta que les calló la boca.

 

Y ahora llega el intento de hacerle un Cifuentes a Ayuso. Si no podemos derribarla ridiculízandola, vamos a vender que es un corrupta, y con un poco de suerte entre los suyos, La Sexta y los complejos de sus socios de Ciudadanos la hacen dimitir. Pero lo del apartamento manda huevos, que dice Trillo. ¿Qué más da que Ayuso viva en un apartamento de Kike Sarasola? A lo mejor la izquierda prefiere lo de Carmen Calvo, que ha estado viviendo en una casa pagada por el Estado mientras estaba de cuarentena, y sin mover ni un dedo, porque Ayuso ha estado, pese a contagiarse, al pie del cañón.

 

Cifuentes cayó porque había fuego amigo, además de toda la maquinaria mediática. Aquí parece que no hay fuego amigo, y la maquinaria al menos por parte de la prensa que no es pro Sánchez no se ha cogido al tema. Pero ayer es el Telepizza, hoy el apartamento y mañana vete a saber. Hasta que Ayuso le calle la boca como hizo Almeida, demostrando gestión y el apoyo de la gente (las encuestas de Madrid por cierto van en esa dirección). Entonces la izquierda buscará su nuevo objetivo ¿Quién será? Hagan apuestas. 

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